En cancha de Independiente, por la sexta fecha de la Primera B Nacional, Deportivo Merlo y River Plate empataron sin goles. Se trató de la tercera igualdad consecutiva del equipo de Matías Almeyda, con el agravante de que estuvo a un paso de perder hasta el invicto en el torneo, del que, por el momento, es escolta del líder Gimnasia y Esgrima de Jujuy.
El local le mostró los dientes desde el comienzo del partido a los de Núñez: a los pocos minutos del comienzo del partido, la defensa del Millo se quedó y Barreiro quedó mano a mano con Chichizola pero la tiró afuera. Más tarde, Martínez entró sólo por el medio al aéra grande, pero no le pegó bien, y todo quedó en la nada. La defensa de la visita ya empezaba a generar dudas en el partido.
Por el lado de River, Ocampos estuvo cerca de marcar el primero a los 11, pero no lo consiguió: le pegó bien y la pelota entraba al arco, pero se desvió en Manchot, que la mandó al tiro de esquina. Pero el jugador no se dio por vencido y siguió atacando por la derecha, aprovechando las fallas defensivas en el local.
Pero, aunque los visitantes arrancaron algo fríos, con el correr de los minutos, empezaron a aceitar el juego, y Cavenaghi, uno de los mejores de River, casi convierte a los 20, ya que estuvo mano a mano con el arquero y la tocó por arriba, pero la pelota dio en el palo. Exquisita jugada del atacante. Poco después, llegaría la primera amarilla: Ribolzi, de Merlo, se le tiró muy fuerte abajo a Sánchez y se llevó la primera amonestación del partido. Volviendo al juego, a los de Núñez les faltó imaginación para lograr acciones ofensivas concretas. El partido se volvió chato y los equipos no hicieron más que prestarse la pelota, sin demasias emociones, hasta el final del primer período.
En el complemento, Barreiro volvió a darle dolores de cabeza a la defensa Millonaria. Un centro envenenado de Ribolzi complicó a Chichizola, que se quedó, y a Juan Manuel Díaz, que no llegó a tiempo para marcar. El delantero rival estuvo a sólo un paso de marcar la conquista. Más tarde, otra amarilla para Merlo: esta vez para García, que le pegó, sin pelota, al Chori Domínguez. El juego no levantó el nivel y se evidenció una gran falta de ideas de tres cuartos para adelante, de parte de ambos equipos.
A los 23, Cavenaghi volvía a despertar a los hinchas, que a esta altura no dejaban de bostezar, contagiándose unos a otros. El Torito disparó desde afuera, pero su remate perdió fuerza y la pelota fue capturada por Capogrosso, que la controló en dos tiempos. Almeyda apostó a oxigenar la ofensiva con el ingreso de Funes Mori -algo tarde-, y el jugador le respondió con una buena acción: en su primera jugada, metió un fuerte pelotazo que casi se mete en el ángulo derecho del arquero local. Muy cerca estuvo la jugada de convertirse en gol.
Promediando el final, River la pasó muy mal: a los 36, Merlo recuperó la pelota cuando los de Núñez estaba concentrado en el ataque. Sánchez se quedó pidiendo falta y los de Almeyda se quedaron con inferioridad numérica. López quedó cara a cara con el arquero Millonario Chichizola pero el Chori Domínguez lo tomó de atrás. Fue una jugada polémica. Otra amarilla para el local: López barrió a Sánchez, y se ganó la amonestación.
Sobre el término del encuentro, Alayes le hizo un claro penal a Martínez, al trabarlo cuando se metía en el área. Pero el árbitro Vigliano no lo sancionó, y todo siguió como si nada. A River sólo le sevía ganar, para quedar como único líder del Nacional B, al menos de manera temporal. Pero no lo consiguió. Hace tres fechas que los de Núñez no logran quedarse con los tres puntos en un encuentro, y las preocupaciones son cada vez mayores.
