La Copa América no la ganará Argentina, Brasil ni Chile: unos locos cuartos de final tumbaron a los gigantes y dejaron en semifinales a equipos sorprendentes como Perú y Venezuela.
Otro dato histórico es el 7° puesto en el que se ubicó la Argentina siendo el país anfitrión del centarmen en ubicarse en lo más bajo al cierre de un torneo, igualando lo de Perú en el 2004.
Los duelos Uruguay-Perú el martes en La Plata y Paraguay-Venezuela en Mendoza el miércoles definirán la final del domingo en el Monumental de River, en Buenos Aires.
Brasil siguió el camino de la Argentina, que mientras lamía sus heridas y debatía sobre el futuro de Sergio Batista, tuvo el bálsamo de la derrota de Brasil, que por primera vez en su historia falló todos los penales, cuatro. La culpa, la arena del estadio Único de La Plata, a la que los pateadores "canarinhos" se adaptaron peor que los paraguayos.
"Los penales se tendrían que haber pateado en la otra área, no sé por qué se tomó esa decisión", se quejó Mano Menezes. Los cuartos de final no sólo dejaron la curiosidad de los penales brasileños.
Argentina, Brasil, Colombia y Chile, las víctimas, compartieron no sólo el adiós, sino el cómo: los cuatro jugaron mejor, fueron superiores y desperdiciaron numerosas ocasiones de gol haciendo héroes a los arqueros rivales, como el uruguayo Fernando Muslera o el paraguayo Justo Villar.
Argentina y Brasil -que defendía los dos últimos títulos continentales- no habían caído juntas en unos cuartos. Es la primera vez en la Copa que ninguna de las dos estará en semifinales.
"Argentina y Brasil quedaron eliminadas muy pronto y Paraguay está en semifinales sin haber ganado ningún partido", destacó Menezes. Los dos "grandes" se van sin haber perdido y en el caso de Brasil, tras haber hecho el mejor partido del campeonato.
En la cara opuesta está Paraguay, que está entre los cuatro mejores tras haber empatado los cuatro partidos. Podría ser campeón sin haber vencido, un hecho insólito.
"Hoy tuve culo. Ganamos con mucho sacrificio, con mucho corazón, con un gran arquero y con mucho culo, para qué negarlo", reconoció el entrenador de Paraguay, Gerardo Martino. Su portero, Villar, fue un héroe, y la arena de La Plata, que saltó a cada disparo alto de los brasileños, hizo lo demás.
"Sinceramente nunca vi errar tantos penales. Jugamos mejor, pero tuvimos mala suerte en los penales", dijo André Santos, uno de los que fallaron en un partido que terminó 0-0 tras 120 minutos de juego.
Sólo una hora después de que Brasil quedara eliminado de la Copa América, el presidente de la Confederación de Fútbol del País (CBF), Ricardo Teixeira, respaldó la continuidad de Menezes, demostrando que el proyecto iniciado hace un año tiene una meta clara: el Mundial en casa en 2014.
Menos seguridad tiene su homólogo en Argentina, Batista, de cuya continuidad se hablará en los próximos días tras la caída con Uruguay, que ya espera a Perú, una de las sorpresas.
La otra, Venezuela, se metió hoy por primera vez en su historia en las semifinales de la Copa América al batir a Chile por 2-1.
"No sólo sabemos hacer telenovelas", reivindicó el arquero de la Vinotinto, Renny Vega. Su equipo ganó gracias a dos acciones a pelota parada trabajadas por el técnico César Farías.
"No hemos llegado para regalar nada. Esto demuestra que tenemos categoría sudamericana, hemos jugado antes tres selecciones mundialistas (Brasil, Paraguay y Chile) y no conocemos la derrota", valoró el DT de la revelación del torneo.
Una alegría para toda Venezuela y para el presidente del país, Hugo Chávez, que siguió junto a Fidel Castro desde un hospital de La Habana el partido y celebró la clasificación de la Vinotinto para las semifinales cantando los goles a través de su cuenta de Twitter.
"Gloria al Bravo Pueblo!!! Rindamos tributo supremo a nuestros muchachos de la Gloriosa Vinotinto!! Viva Venezuela!! Viviremos y Venceremos!!", escribió Chávez.
"Ya dejamos de ser la cenicienta", avisó Vega. "No va a quedar acá", señaló el defensa Oswaldo Vizcarrondo, autor del primer tanto del triunfo.
Chile se marcha sin explicarse cómo pudo perder el partido, sorprendida, como muchos, de las semifinales de una Copa América loca.
