El pádel se volvió una fiebre total en Argentina y en el mundo. Si bien todos le dan mucha importancia a la paleta, hay un elemento fundamental que a menudo se subestima: el calzado. Elegir las zapatillas correctas no es un detalle, sino una necesidad.
Utilizar un calzado específico para el deporte que se practica es esencial para evitar lesiones y moverse con total libertad. De la misma manera que se usa un calzado de running o de fútbol, el pádel tiene sus propias exigencias y reglas.
Muchos jugadores se preguntan si las zapatillas de tenis sirven para la cancha de pádel. Lo cierto es que, aunque parecidos, son dos deportes diferentes que exigen movimientos distintos. Si la idea es sacar el máximo provecho a un tipo de juego, se necesita lo específico.

La clave está en cómo se mueve cada jugador dentro del 20x10. En el pádel, predominan los giros, las rotaciones bruscas, los arranques y las paradas rápidas. Se realizan pasos más cortos y explosivos, con un cambio de dirección constante.
En cambio, el tenis se basa más en movimientos laterales largos, zancadas amplias y el deslizamiento (slide) en la tierra batida o polvo de ladrillo. Las zapatillas están diseñadas para responder a estas necesidades específicas de cada disciplina.
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Por eso, las zapatillas de pádel ofrecen una estabilidad lateral superior. Vienen con refuerzos pensados para el tobillo, ayudando a prevenir esguinces cuando se realizan esos cortes rápidos y repetitivos en la cancha.
Además de los movimientos, las superficies también cambiaron. Antes se usaba más la suela tipo espiga por la arena en las canchas de césped artificial. Hoy, el sintético moderno sin arena requiere un diseño específico para optimizar el agarre.
Las suelas de pádel actuales ofrecen un diseño que combina agarre y tracción óptimos. Están pensadas para soportar los giros que te mencionaba, evitando que el pie se quede “pegado” y pueda provocar una lesión grave.
El par ideal de zapatillas de pádel
Antes de comprar, analizar el estilo de juego. Si se es un jugador agresivo que se mueve por toda la cancha y con muchos sprints, se prioriza las zapatillas con mucha sujeción lateral y estabilidad para los tobillos.

Si, por el contrario, se es más defensivo y la idea es aguantar atrás, la amortiguación y la comodidad serán las mejores aliadas. Esto ayudará a absorber el impacto y reducir la fatiga en partidos de larga duración.
Buscar modelos que incorporen buena amortiguación en la media suela y un upper transpirable. Materiales ligeros y duraderos aseguran que los pies se mantengan frescos y secos durante los peloteos más intensos del verano.
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Finalmente, a prestar mucha atención al ajuste correcto. Un calzado seguro alrededor del medio pie aumenta la estabilidad. Recordar que cada marca usa su propia tabla, por lo que es mejor guiarse por los centímetros en lugar del talle.
En resumen, las zapatillas de pádel no son un capricho ni un gasto extra. Son una inversión en salud y en rendimiento deportivo. Permiten ejecutar los golpes con confianza y moverse sabiendo que los pies están protegidos.


