De la misma forma en que Daniel Passarella suele ufanarse de que la Argentina tiene 44 medallas de campeón del mundo para 43 jugadores, porque él es el único bicampeón; Héctor Zelada podría presumir de exactamente lo contrario: es campeón del mundo sin debutar en la Selección.
Porque no es que no jugó durante el Mundial 86, en el que fue tercer arquero de la Selección. De hecho, en esa Copa tampoco jugaron el propio Passarella (lesionado) y Sergio Almirón (por decisión de Bilardo). Pero la historia de Héctor Zelada, lo que lo convierte en el arquero invisible, es que nunca se puso la camiseta de la Selección Argentina, ni siquiera un amistoso.
Pero es campeón del mundo y eso no se lo quita nadie. Ni la medalla ni el poder levantar el trofeo, honor que la FIFA sólo le permite a quienes fueron alguna vez campeones mundiales. Como suele decirse, Zelada sabe cuánto pesa la copa. Lo que no sabe es cuánto pesa la camiseta de la Selección, porque no entró a jugar nunca.
La historia de Héctor Zelada: un jugador clave en la logística de Bilardo
Si bien Zelada es casi un desconocido para el fútbol argentino, donde solo jugó tres años en Rosario Central, en México desarrolló una muy buena carrera. De hecho, en los tiempos del Mundial 86, era una de las figuras del América, uno de los equipos más populares de México.
Incluso, hasta pudo haber sido el arquero del seleccionado mexicano, dado que el entrenador yugoslavo, Bora Milutinovic (DT de México en el Mundial) lo quería tener en su plantel, posiblemente como arquero titular. Pero Zelada, quien ya llevaba ocho años viviendo en México, no aceptó la propuesta.
Leé también: Radiografía de la Selección argentina: la lista que tiene Lionel Scaloni en la cabeza para el Mundial
Y esto ocurrió por dos razones. Una, porque no era algo común ni estaba demasiado bien visto en esa época que un extranjero jugase para México. Y otra, porque había recibido un llamado de Carlos Bilardo, quien le había ofrecido ser parte del plantel argentino, una propuesta que al arquero sedujo muchísimo.
Zelada conocía mucho en México. Dado que la Selección Argentina utilizaría las instalaciones de la concentración del América, tener a Zelada en el plantel, a consideración de Bilardo, era un plus. Además, el director técnico argentino sabía que era un buen arquero y había sido elegido tres años consecutivos como el mejor de la liga mexicana.
No era un dato menor, teniendo en cuenta que Bilardo llevaba a Nery Pumpido como titular, al joven Luis Islas como suplente y había dejado afuera nada menos que a una leyenda que tenía tres mundiales en sus hombros, una copa del mundo levantada y había sido clave en las eliminatorias clasificatorias para México 86: Ubaldo Matildo Fillol.
La historia de Héctor Zelada: el arquero que tenía prohibido decir quién era su ídolo
En 1978, Héctor Zelada, con 21 años, estaba por emigrar a México. En su valija, además de su ropa y sus sueños, llevaba la felicidad de haber visto de cerca al seleccionado argentino ser campeón del mundo (el equipo de César Luis Menotti jugó tres partidos en Rosario). Y en ese equipo, justamente, brillaba su ídolo, el Pato Fillol, el arquero que en 1986 Bilardo dejó en Buenos Aires para que entrase él.
Zelada era tan desconocido para el público argentino que la prensa le hacía notas como para presentarlo y él contaba alegremente que su ídolo era Fillol. Hasta que Carlos Bilardo un día se lo prohibió: “Usted no vuelva a decir que Fillol es su ídolo, me está dejando como un tarado”, reveló años después el propio Zelada.
Lo que Bilardo no le prohibió fue que moviera sus contactos en México para amenizar la larga estadía del plantel, que llegó a la concentración del América 40 días antes del inicio de la Copa del Mundo. Zelada fue un guía de lujo ya sea para recomendar visitas de esparcimiento (Diego Maradona lo apreciaba mucho) o gestionar lugares para ir a comer.
Aunque seguramente su aporte más importante fue a través de su propio negocio: era dueño de un local de ropa deportiva. Y gracias a uno de sus proveedores, Argentina pudo confeccionar de urgencia la histórica camiseta azul con la que derrotó a Inglaterra en cuartos de final y Diego Maradona hizo sus dos goles más históricos.
Leé también: A 8 años de la muerte de Julio Grondona: el joven de Sarandí que se eternizó en la AFA
¿Por qué? Bilardo quería un juego de camisetas más liviano y con “respiración”, para que la transpiración no se acumulase e hiciera tan pesada la tela. Pero no tenían y hubo que buscar de urgencia algo que se asemejara a la marca que vestía al equipo y Zelada fue clave para conseguir quién les vendiera un juego de camisetas y, además, estampara los escudos y los números. Un verdadero campeón.