La imagen del coreano Son Heung-Min llorando sin consuelo en el vestuario de Corea del sur se viralizó y dio la vuelta al mundo. Muchos pensaron que la derrota ante México, que dejó casi sin chances de seguir en el Mundial al conjunto asiático, había sido la responsable de esas lágrimas. Sin embargo, hay otra historia detrás del "calvario" que vive el jugador del Tottenham.
Resulta que Son podría "suspender" su actividad profesional en el fútbol ya que está obligado por las leyes de su país a hacer el servicio militar obligatorio antes de los 28 años. El coreano, de 26 años, tendría que estar como mínimo entre 21 y 36 meses (dependiendo de la rama que le asignen) siendo parte del ejército. Esto, por supuesto, podría cortarle la carrera y sacarlo del fútbol. De negarse, el jugador sería condenado con la cárcel.
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Sin embargo, para su consuelo, Son aún tiene una oportunidad para salvarse. Que por milagro clasifique a los octavos de final del Mundial (necesitaría ganar al menos 2-0 ante Alemania y que México le gane a Suecia) o que los deportistas se cuelguen una medalla en los Juegos Olímpicos o conquisten el oro en los Juegos Asiáticos que se jugarán del 18 de agosto al 2 de septiembre. De esta manera pueden quedar exentos de la obligación.
Los medios ingleses informaron que la situación tomó por sorpresa a los dueños del Tottenham que ahora evalúan cómo será la renovación de su contrato, que debería incluir algún tipo de cláusula de salida.
Hasta el momento, el jugador aún no se pronunció y espera que ocurra el milagro.
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