Camilo Ernesto Nuin, el joven futbolista de San Telmo que murió el miércoles mientras lo operaban de una rodilla en una clínica de Adrogué, fue despedido anoche por familiares y amigos en una casa velatoria de San Antonio de Padua, su lugar de origen.
Camilo tenía 18 años, jugaba en la reserva de San Telmo y “tenía un futuro enorme”, según contó Diego, uno de los técnicos que lo dirigió en las divisiones menores del club.
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“Tengo los mejores recuerdos, era un chico sano, profesional por dónde se lo mire. Que le hayan arrebatado la vida así es muy doloroso”, declaró en diálogo con Telenoche.
El joven, capitán de la reserva de San Telmo, murió el miércoles en el quirófano de la Clínica Espora por causas todavía indeterminadas, mientras se sometía a una operación programada.
Diego contó que Camilo “siempre se entrenaba con el mismo profesionalismo, era el primero que estaba y hacía los trabajos con mucha intensidad”.

“Me tocó trabajar con él desde lo táctico y las indicaciones que nosotros le pedíamos para la posición que tenía dentro de la cancha las llevaba a cabo con mucho respeto y buena predisposición. Eso lo hacía distinto”, recordó.
Los resultados preliminares de la autopsia
El periodista de TN Rodrigo Alegre explicó que los resultados preliminares determinaron que el joven de 18 años sufrió un infarto.
“La clave son los estudios complementarios: sacar muestras de distintos órganos y que en 15 días den un resultado de si hubo alguna cuestión concreta que tuviera que ver con la muerte de Camilo Nuin”, señaló.
El informe final de la autopsia podría establecer si hubo “un nexo causal entre la operación y la muerte”.
La Justicia secuestró documentación de la clínica en la que operaron a Camilo Nuin
La Fiscalia N° 10 de Lomas de Zamora secuestró documentación de Camilo Nuin del área de kinesiología y de anestesia. Se llevó, además, la nómina de profesionales de la salud que participaron tanto de la operación como de la previa.
El joven era operado por una rotura de ligamentos cruzados de la rodilla de la pierna derecha. En el quirófano el anestesista debía aplicarle una epidural en la columna vertebral y sedación a través de máscara. Por el momento, todo lo que ocurrió es materia de investigación.