Boca Juniors no está solo en el Mundial de Clubes que se disputa en Estados Unidos. Como ya ocurrió en Miami, los hinchas volvieron a dar una muestra de fidelidad al copar las calles de Nashville, la capital del estado de Tennessee, donde el equipo de Miguel Ángel Russo definirá este martes su continuidad en el certamen frente a Auckland City.
La ilusión está intacta. Boca necesita golear al conjunto neozelandés y esperar que Bayern Múnich le gane a Benfica para acceder a los octavos de final.
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La movilización de los hinchas xeneizes se hizo sentir desde temprano. Muchos llegaron en avión, otros emprendieron el viaje en caravana y varios aprovecharon sus vacaciones en Miami para acompañar al equipo en la siguiente sede. L
La comunidad de hinchas que vive en Estados Unidos, organizada a través de los distintos “consulados” y peñas, volvió a mostrarse como un actor clave en este Mundial de Clubes.
En la previa al partido, cientos de fanáticos realizaron un nuevo banderazo en el Riverfront Park, donde la avenida Broadway se encuentra con el río Cumberland. Allí, una bandera colgada desde el puente resume la escena: “Boca n’ Rock”, junto a la imagen de Diego Maradona.
En el debut ante Benfica, Boca llevó 50.000 hinchas al estadio y el partido frente al Bayern Múnich fue el primer “full house” del torneo, con 63.587 espectadores. Para el duelo contra Auckland City, se espera que el Geodis Park, con capacidad para 30.000 personas, reciba otra vez una multitud azul y oro.
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Los hinchas de Boca, muchos de ellos luciendo sombreros texanos, se mezclaron con la identidad local y se adueñaron del centro de Nashville. La música característica de la ciudad convivió con los cánticos xeneizes que volvieron a escucharse con fuerza: “Dale Bo, dale Bo, dale Boca, dale Bo”.
