La derrota de Bolivia ante Venezuela por las Eliminatorias, en un partido clave en la lucha por el repechaje para el Mundial 2026, derivó en un escándalo. La delegación visitante estuvo retenida en la ciudad de Maturín porque las autoridades aeroportuarias no autorizaron el vuelo que debía despegar a la madrugada rumbo a La Paz.
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El equipo boliviano llegó a la estación aérea con la suficiente antelación para el embarque, inició los trámites pertinentes pero luego recibió la información de que no había ningún vuelo internacional autorizado para salir.
Frente a las dilaciones y las discusiones, el plantel de la Verde decidió marcharse al hotel de concentración en la madrugada y allí permaneció hasta que la aeronave fue habilitada para volar al mediodía.
“Le pedimos al ministro de Gobierno, que se supone que es un gobierno amigo, que nos faciliten salir de Venezuela. Y bueno, está sucediendo lo que teníamos previsto, en todo caso. Lo hicieron con la línea aérea venezolana con Perú, elegimos otra pero ven que no respetan ni siquiera otra línea aérea que es del exterior”, denunció el DT Óscar Villegas en declaraciones al portal Unitel.
“Esto es un sabotaje a la selección de Bolivia”, acusó otro de los miembros de la delegación boliviana, que tenía previsto llegar a primera hora de la mañana del sábado a la capital de su país.
En la Verde entendieron que las trabas administrativas tienen por objeto perjudicar el descanso del equipo de cara a la próxima fecha, que puede resultar clave para la definición de la plaza de repechaje.
Después de su victoria, la Vinotinto se afianzó en el séptimo puesto de las Eliminatorias Sudamericanas con 18 puntos, cuatro más que Bolivia, que ocupa el octavo lugar.
Este martes, Venezuela visitará a Uruguay y el equipo del altiplano será local de Chile.
