La Selección argentina transitará lo que resta de 2025 con la tranquilidad de haberse clasificado con holgura al Mundial del año que viene. Por ello, luego de finalizar su participación en las Eliminatorias Sudamericanas, la Albiceleste deberá poner el foco en la preparación para el certamen que se jugará Estados Unidos, México y Canadá en 2026.
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Ya que la clasificatoria Conmebol hacia la Copa del Mundo finaliza en septiembre, el equipo de Lionel Scaloni deberá acordar amistosos para la siguiente fecha FIFA de octubre. Según informó el periodista Gastón Edul, entre los posibles rivales están Rusia, Corea del Sur, Estados Unidos y Qatar.
Curiosamente, Rusia hoy está en la lista negra del ente que rige el fútbol mundial y se encuentra marginado del calendario, por lo que no viene participando de amistosos con selecciones de jerarquía. Incluso se llegó a mencionar la posibilidad de enfrentar a Brasil, pero esa chance no se concretó.
En febrero de 2022, la FIFA y la UEFA tomaron la decisión de vetar a la Selección de Rusia y a todos los clubes rusos de la mayoría de las competiciones internacionales de fútbol. Esta medida fue una respuesta directa a la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, con el objetivo de mostrar una condena unificada desde el ámbito deportivo y presionar para el cese del conflicto.
La suspensión tuvo un impacto inmediato y significativo. La selección masculina de Rusia fue excluida de las eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022 y la Eurocopa 2024, perdiendo la oportunidad de participar en los torneos más importantes a nivel global y continental.
Paralelamente, los clubes rusos fueron expulsados de las competiciones de la UEFA, como la Champions League, Europa League y Conference League, afectando sus ingresos y su visibilidad. La Federación Rusa de Fútbol apeló estas decisiones ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), pero sus recursos fueron desestimados, ratificando la validez de las sanciones.
A pesar de que la condena a la invasión se mantiene, en octubre de 2023, la FIFA y la UEFA consideraron la posibilidad de reintegrar a las selecciones juveniles rusas en sus torneos. Si bien esta medida permitiría la participación de equipos Sub-17, estaría sujeta a estrictas condiciones: competirían bajo el nombre de “Federación Rusa de Fútbol” y sin el uso de su bandera, himno o equipamiento oficial.
Sin embargo, la excepción no aplica a los equipos mayores ni a los clubes, para quienes el veto se mantiene vigente “hasta nuevo aviso”, supeditado al desarrollo del conflicto en Ucrania. La situación subraya cómo el deporte ha sido un escenario para expresar la condena internacional a la agresión militar.
