El verdadero hincha de fútbol es incondicional: siempre va a estar, sin importar el clima, el horario, el lugar o si el club está en las buenas o en las malas. La amistad también es así, algo que se confirma con la historia de Priscila y Maxi, dos chicos fanáticos de Independiente que reforzaron su lazo en un momento muy complicado para uno de ellos.
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Los nenes, ambos de 10 años, se volvieron virales hace algunas semanas al relatar su conmovedora historia de unión y apoyo mutuo. Con TN hablaron de su profunda amistad y de la decisión de Maxi de pasar a ser fanático del Rojo tras atravesar un duro episodio familiar como fue la enfermedad y posterior muerte de su papá.
“Somos amigos del colegio, desde primer grado. Ahora, en quinto, él se sienta en un banco atrás mío”, contó Priscila.

La amistad se afianzó hace dos años, cuando el papá de Maxi se enfermó y su amiga lo acompañó en todo momento. “Iba muy seguido a su casa, porque mi papá estaba muy mal”, afirmó el nene.
Y agregó: “Venía acá porque mi papá estaba internado, para distraerme un poco y no pensar en eso. Venía a jugar. Ella y su familia me ayudaron un montón todo ese tiempo y les agradezco un montón“.
Priscila explicó por qué acompañó a su amigo en esa etapa tan difícil: “No quería que estuviera solo, que se sintiera mal. Por eso tratábamos de invitarlo cada vez que se podía, así jugábamos, hablábamos y él no pensaba tanto en lo que pasaba”.

La decisión de Maxi de hacerse hincha de Independiente
“Casi siempre estaba en su casa y ella me mostraba cosas de Independiente todo el tiempo”, comentó Maxi, que hasta no hace mucho era hincha de Boca. Fue así hasta que su amiga le preguntó si quería cambiarse de club, con todo lo que eso significa.
Jaqueline, la mamá de Priscila, contó más detalles de la relación entre los chicos. “Hace dos años pasó que el papá de Maxi se enfermó, y decidimos invitarlo para que no estuviera tan metido en su casa, con todo lo que implica una enfermedad. Tratamos de contenerlo, para que la situación no fuera tan pesada para él. Lo perdió de forma repentina. Hicimos todo lo posible para que no fuera tan doloroso”, afirmó.

“Priscila siempre me decía de invitarlo. Ella estaba muy pendiente de acompañarlo, de escucharlo, de preguntarle cómo se sentía. Me da mucho orgullo que sea compañera. Eran muy chicos, tenían 8 años cuando pasó todo esto”, añadió.
Jaqueline también reveló cómo, en ese proceso, Maxi empezó a dejar de lado todo lo relacionado a Boca y se fue llenando de cosas de Independiente: “Veíamos que se ponía la camiseta. Mi pareja, Juan, le regaló una. Priscila me contó que ya tenía carpetas del Rojo. Con el tiempo, terminó festejando su cumpleaños todo de Independiente”.
El partido que ganó el equipo de Julio Vaccari con un golazo de Santiago Montiel frente a Independiente Rivadavia por los octavos de final del Torneo Apertura fue la primera vez que Priscila y Maxi fueron juntos al estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini.
“A ella la llevé (a la cancha) a los 9 meses y cuando tenía un año, a un clásico. Llevarlo a él fue una gran responsabilidad”, admitió la mamá de la nena.
Pero esta idea de sumarlo a Maxi en los partidos no salió de la nada: el club de Avellaneda también apareció en sus vidas de muchas formas. Incluso con algunos guiños inesperados.

“Fue muy loco porque una vez nos juntamos a ver un partido y, cuando volvimos, estaban dando Papeles en el viento (una película argentina cuyos protagonistas son hinchas de Independiente), y ahí, con mi pareja, dijimos: ‘¿Lo podríamos llevar a la cancha?‘. Él estuvo muy presente con Maxi, cumplió un papel fundamental cuando pasó lo del papá. Se aferró mucho a él también y lo hizo socio. Estaba recontento”, explicó la mujer.
Jacqueline saca pecho cuando habla de que su hija acompañó a su amiguito en un momento tan duro y se conmueve al explicar cómo un club de fútbol se convirtió en el símbolo que selló esa unión: “Me emociona porque Independiente es nuestra vida (se pone a llorar). Somos de esas personas que esperamos el fin de semana para ir a la cancha. Me emociona cómo ella lo acompañó en ese momento tan duro. Sentí mucho orgullo como mamá, por cómo lo aconsejó”.