El fútbol llora a uno de sus hinchas más emblemáticos ya que esta madrugada se hizo oficial la muerte de “Manolo, el del bombo” uno de los fanáticos más reconocido de la selección de España.
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Manuel Cáceres Artesero tenía 76 años y estaba internado por problemas pulmonares que aparecieron en las últimas semanas. Nadie podía preveer el desenlace fatal de uno de los hombres más queridos en el mundo del fútbol.
Nacido en San Carlos del Valle (Ciudad Real), el 15 de enero de 1949, emigró con su familia a Huesca a los siete años y a finales de la década de los sesenta comenzó a tocar el bombo en diferentes estadios de España.
Su popularidad llegó en el Mundial de 1982 cuando La Roja fue local y se lo podía ver animando al equipo en todos los partidos. Estuvo en los últimos diez Mundiales, ocho Eurocopas y totalizó más de 400 encuentros.
Su fidelidad era tal que en el Mundial de España llegó a hacer 15.000 kilómetros a dedo para asistir a los partidos más importantes. En el Mundial Sudáfrica 2010 tuvo que regresar temporalmente por una enfermedad, se reincorporó en las semifinales y pudo ver a Iker Casillas alzar el trofeo de campeón por primera vez en la historia.
Fuera del fútbol, desde 1968 manejó un bar en Huesca y también tuvo locales en Zaragoza y Barcelona. En 1982 recaló en Valencia, ciudad en la que inicialmente trabajó durante unos meses como relaciones públicas de la sala de fiestas “Los Molinos”.
En las tres décadas que estuvo al frente de este emprendimiento enfrentó graves problemas económicos y hasta incluso se planteó subastar alguno de sus bombos con los que seguía al equipo nacional por todo el mundo.
“Ha fallecido uno de nuestros seguidores más fieles, quien siempre nos acompañó en las buenas y en las malas. Sabemos que seguirás haciendo retumbar nuestros corazones. Descansa en paz, Manolo. Nuestro más sentido pésame a sus familiares y amigos”, publicó el perfil de la Selección de España en la red social X.
