Hugo Gatti murió este domingo a los 80 años. El Loco, apodo que se ganó por su forma de ser dentro y fuera de la cancha, revolucionó el puesto de arquero y generó un sinfín de hechos que marcaron al fútbol argentino. Uno de ellos fue cuando estaba en Boca y en 1980 se cruzó con un joven Diego Armando Maradona que en ese entonces era una promesa de Argentinos Juniors, donde se dio un cruce de declaraciones que quedó para la historia.
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Por la fecha 12 del Torneo Nacional de 1980, el Bicho recibía al Xeneize. En la previa al encuentro, Gatti dio una entrevista con el diario El Litoral donde dejó un fuerte comentario sobre Maradona: “¡Sabés lo que me preocupa? Su físico… tengo la sensación de que en pocos años más no va a lograr contener su tendencia a ser un gordito”.
Según contó el entrenador de ese entonces del conjunto de La Paternal, Miguel Ángel López, el Pelusa solamente respondió con una advertencia: “Le voy a hacer cuatro goles, Miguel”.
El 10 cumplió con su promesa, anotó cuatro goles en esa tarde en el estadio José Amalfitani: uno de penal, para el empate parcial, uno de tiro libre para darle la ventaja al Bicho, otro de jugada dejando mal parado a Gatti y nuevamente de pelota parada. Lo más sorprendente fue que, a pesar de ser el verdugo de Boca, los hinchas lo ovacionaron.

Antes del encuentro, Gatti intentó suavizar sus declaraciones: “Espero que Diego me haya entendido. En ningún momento dije que era un gordito. Simplemente, opiné que tenía que cuidar su físico. Es el mejor jugador del país”, afirmó el arquero. Sin embargo, las disculpas no evitaron que Maradona brillara en el campo.

Ese año, Rosario Central se consagró campeón del torneo, pero Maradona se llevó el título de máximo goleador con 17 tantos. Tres meses después, Diego pasó a Boca, donde compartió equipo con Gatti y juntos conquistaron el campeonato de 1981, el único que ganó el Diez en el fútbol argentino.