La vida de Néstor Fabián “Cachete” Acosta está marcada por el sacrificio y la pasión. Con 31 años, el arquero de Lamadrid se convirtió en un símbolo de esfuerzo en el fútbol argentino. Aunque cada mañana se viste de futbolista, las tardes y noches las reparte entre otros tres trabajos para llegar a fin de mes.
Sus palabras conmovieron al fútbol argentino aquel 5 de febrero, cuando su equipo quedó eliminado de la Copa Argentina tras perder ante Lanús en los 32avos de final. Lejos de mostrarse triste, sacó pecho y exhibió todo su orgullo ante las cámaras de TV. “No vivimos de esto, lo hacemos por pasión. Tenemos un sueldo, pero es imposible vivir de esto”, señaló con una tímida sonrisa.
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El nacido en la provincia de Formosa no solo defiende el arco del equipo que juega en la Primera C, sino que también se dedica a entrenar arqueros en Argentinos Junios, en un club de Vicente López y también en un country en Costa Salguero.
“La realidad es que a la mañana soy jugador de fútbol y a la tarde soy entrenador de arqueros en distintos lugares”, contó en diálogo con TN.
Y explicó: “Los martes y miércoles tengo entrenamiento de arqueros en Banco Provincia y los jueves en el country”. Su día comienza a las 8 de la mañana y se extiende hasta las 22.
Quién es Néstor Fabián Acosta, el arquero que juega en el Ascenso y tiene cuatro trabajos para llegar a fin de mes
Comenzó a jugar al fútbol a los cinco años en “Los Pumas”, un club de su Formosa natal. A los 13 años se mudó a Buenos Aires y vivió en la pensión de Argentinos Juniors hasta los 21. “Ahí estuve casi ocho años, con todo lo que eso implica de estar lejos de la familia y sin la comodidad de tu propia casa. Pero lo volvería hacer mil veces”, recordó.
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Su carrera en el fútbol del Ascenso empezó en el 2012, cuando se sumó a San Miguel, club con el que ascendió de la Primera D a la C. En 2017, llegó a Lamadrid y logró otro ascenso en 2018.
Ese mismo año, vivió uno de los momentos más importantes de su carrera cuando su equipo dio un gran batacazo y venció a Banfield por la Copa Argentina. “Fue inolvidable, una alegría enorme para el club y para todos nosotros”, detalló.
En 2022, se fue a jugar a Alem. Ese mismo año, durante tres meses, jugó un torneo en Colombia. Y, en 2023, regresó a Lamadrid, donde sigue en el arco hasta la actualidad.
Para Néstor, el fútbol es mucho más que un trabajo; es un estilo de vida. “Lo juego desde que tengo uso de razón. Todo lo que hago está relacionado con el fútbol, y soy plenamente feliz”, afirmó.
Aunque su camino no es fácil, nunca dejó de perseguir sus sueños ni de trabajar duro para mantenerse en ellos. “Depende de la calidad de vida que uno quiera vivir. Yo elijo hacer esto porque amo el fútbol”, cerró.
