Este martes se cumplieron cuatro años de la muerte del futbolista Santiago “Morro” García. La huella que el delantero uruguayo dejó en Godoy Cruz fue tan grande que en el partido ante Talleres de Córdoba se multiplicaron los homenajes.
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Antes de que comenzara el encuentro por la tercera fecha del Torneo Apertura en el estadio de Gimnasia de Mendoza, el plantel del Tomba salió al campo de juego y posó ante los fotógrafos con remeras estampadas con la imagen del Morro. Los hinchas se sumaron con respetuosos aplausos y un cántico de “Olé, olé, Morro, Morro”.
Más tarde, en el minuto 18 del primer tiempo, como una forma de rendir honor al número que el uruguayo usaba en su camiseta, fueron los fanáticos los que lo recordaron exhibiendo carteles que decían “Eterno 18″ y camisetas que decían “Morro” en la espalda. Incluso se pudo ver a un hincha disfrazado del futbolista, con una gran careta.
Santiago García se quitó la vida el 4 de febrero de 2021. El goleador uruguayo fue encontrado muerto en su departamento, en el piso 11 del Complejo El Bosque, en Godoy Cruz. Estaba recostado sobre su cama y tenía un orificio de bala en el parietal derecho. Junto a él había una pistola calibre 22.
Mientras el plantel del Tomba disputaba una serie de amistosos en Buenos Aires, el Morro no contestaba los mensajes que sus amigos le enviaban al celular.
En cambio, sí hablaba con su hermano mayor, Gonzalo, con quien charló por WhatsApp por última vez el miércoles 3 de febrero. “Ese jueves le mandé un mensaje. Tenía un tilde solo y no le llegaba. En ese momento no me preocupé, pero me pareció raro”, contó Gonzalo.
Y continuó: “El viernes 5 llamé a Diego Márquez, gerente de Godoy Cruz, para preguntarle si había hablado con él. Me dijo que no. Pero me aseguró que el día anterior no había ido a entrenar. Eso sí me llamó la atención, porque no era de faltar a las prácticas. Inmediatamente, me comuniqué con el portero del edificio donde vivía y me enteré de su fallecimiento. Fue un golpe muy duro”.