Este sábado se vivió un escándalo en la final del Reducido de la Primera B entre Argentino de Quilmes y Los Andes: el árbitro Ignacio Lupani se negó a dirigir, se reunió con los presidentes de ambos clubes, comunicó su decisión y se encerró en el vestuario. El referí denunció haber recibido fuertes amenazas en la previa, e incluso aseguró que antes del encuentro le mandaron una foto que preocupó a toda su familia.
Leé también: Cómo se va a jugar la Liga Profesional 2025: formato, descensos y cuántos campeones habrá
El partido entre el Milrrayitas y el Mate estuvo cargado de suspicacias a lo largo de la semana y con la designación de Lupani estalló. El juez estaba sin dirigir hace seis meses y este fin de semana iba a hacer su reaparición. Ante esta situación, los fanáticos de Los Andes alertaron que iba a ser parcial para el conjunto local.
El árbitro sufrió fuertes amenazas durante las últimas horas, pero una hora antes de llegar al estadio de Argentino de Quilmes recibió una foto en su celular que lo hizo desistir de su labor de inmediato: un arma de fuego con balas.
Luego de la determinación del árbitro, se decidió que Leandro Rey Hilfer, de Primera División, fue quien lo reemplazó. Por supuesto, el encuentro se postergó, aunque se jugó igual.
El insólito cruce entre los arqueros de Los Andes y Argentino de Quilmes
La final del Reducido de la Primera B entre Argentino de Quilmes y Los Andes tuvo momentos insólitos y escandalosos. Luego de que el árbitro Ignacio Lupani se negara a dirigir el partido tras denunciar fuertes amenazas en la previa, hubo un llamativo cruce entre los arqueros de ambos equipos durante el saludo protocolar.
Sebastián López y Alejo Tello se cruzaron mientras los equipos se saludaban. Hubo cachetazos, empujones y clima tenso. El árbitro del partido fue Leandro Rey Hilfer, quien fue convocado a último momento para reemplazar a Lupani. El réferi de Primera decidió mostrarle la tarjeta amarilla a cada uno de los arqueros.
La situación fue increíble porque la final del Reducido no había empezado y los dos arqueros ya estaban amonestados. Fue una señal de lo que estaba en juego y de la intensidad con la que se disputan estos encuentros determinantes.
