Fernando ingresó a la Plaza de San Pedro, en el corazón de la Iglesia católica, por Via della Conciliazione. Venía de caminar desde el castillo de Sant’Angelo, a orillas del río Tiber, y llegó al Stato della Città del Vaticano apurado. El cielo romano estaba claro, el sol hacía subir la temperatura.
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Era su primer viaje a Europa, la tarde avanzaba y Fernando, de vacaciones, estaba un tanto preocupado porque no había podido conseguir tickets para entrar a basílica. Comprobó rápido que no iba a haber manera: la fila ya había dado toda la vuelta a la plaza. Lo que no sabía es que estaba a punto de vivir una experiencia increíble.
De su fanatismo por Cristiano Ronaldo a la experiencia de su vida con Carlos Bianchi
Pero para entender la historia hay que ir al principio. Fernando es hincha de Vélez y viajó al Viejo Continente para ver la Euro 2024, que se jugará en Alemania desde el 14 de junio. Fanático de Cristiano Ronaldo (”CR7 Fortinero” se lee en su cuenta de X, @FerDeath), ahorró para ver el Last Dance del portugués. De mínima irá a los tres partidos de la fase de grupos. Antes, además, se hizo un tiempo para un viaje exprés por otros países.
Por eso Fernando estaba en la capital italiana durante la tarde del 11 de junio de 2024. Por eso, también, estaba apurado mientras caminaba por Via della Conciliazione rumbo a la Plaza de San Pedro. No tenía mucho tiempo y Roma es la Città Eterna. Quería ingresar a la basílica. Para los que quieran saber: no, no pudo. “Me quedé sin entrar”.
En las palabras de Fernando podría haber decepción, tristeza, pero por el contrario lo que se destaca es una emoción profunda por un golpe de suerte, un plot twist. “Me quedé sin entrar al Vaticano en mi primer viaje a Europa -repite-, pero conocí a Carlos Bianchi. Todavía no caigo”.
Primero lo vio de lejos y dudó de si en realidad era el Virrey. “Me pregunté si estaba viendo bien o si era alguien parecido”. Avanzó unos pasos, al límite de la plaza, y escuchó su voz. “Ahí me di cuenta de que estaba al lado de Bianchi”, relata desde Roma, antes de volar a Francia para seguir con su viaje, en una nota con TN.
“Cuando le conté que era de Vélez se emocionó”
Se acercó y le contó que era de Vélez. En ese momento Fernando asegura que el legendario exentrenador se emocionó. “‘¡Eh, sos de Vélez!’ ”, le respondió. “Ahí ya me preguntó de dónde era, que cómo me había hecho del Fortín, si estaba de vacaciones en Italia. Se interesó por mí”.
El Virrey notó la alegría de Fernando. “Después de hablar un rato largo le pedí una foto y él aceptó de la mejor manera. Imaginate que se preocupó para que de fondo salieran la basílica y la plaza, estuvo en cada detalle. Este día no me lo voy a olvidar nunca más en mi vida”.
“Le conté que soy de Glew y por eso me preguntó cómo me hice de Vélez. Le dije que mi viejo es de Paraguay y que Chilavert influyó mucho en mi fanatismo”. Bianchi comprende mejor que nadie lo que hicieron el exarquero y toda esa generación de campeones del Fortín en los niños de aquellos años.
“Como hincha fanático y socio de Vélez que soy te imaginarás que Bianchi es uno de mis ídolos junto con Chilavert, así que cumplí un sueño de casualidad. Intenté ir al Vaticano sin entrada y conocí al Virrey. Quién me lo iba a decir”, continúa, ya en plena madrugada italiana, impactado por lo que le pasó. “Charlamos una banda”.
Fernando admite que todavía le quedan dos sueños por cumplir dentro del fútbol: “Conocer a Chilavert y a Cristiano Ronaldo”. Al portugués lo podrá seguir en vivo en la Eurocopa, en el lugar de los hechos, donde hay que estar. Nada de seguirlo por televisión. “En pocos días lo voy a ver en una cancha”, reconoce.
Carlos Bianchi le preguntó por el partido del viernes entre Vélez y Boca
El viernes se enfrentarán Boca y Vélez, los dos clubes en los que Bianchi construyó su legado. El Virrey seguirá el partido con una mirada minuciosa desde Francia, donde pasa la mitad del año. Seis meses en París, seis en Buenos Aires: escapa del otoño y del invierno, disfruta de la primavera y del verano.
“Me dijo que va a ver el partido del viernes”. Fernando confirma que mirará el encuentro y se queda con una anécdota sobre el exentrenador de 75 años “Me admitió que no le gusta nada el frío y me agregó una frase muy buena: ‘Ya me cagué de frío laburando toda mi vida, ya no más’, me respondió. Es un genio total”.