Al hablar de la liga estadounidense de fútbol, uno de los equipos más conocidos es el New York Red Bull debido a su tradición. El club, a pesar de ser uno de los originales de la fundación de la competencia que comenzó en 1996, es el gran perdedor de la MLS. Llamado New York MetroStars y simplemente MetroStars más adelante, fue adquirido por la empresa Red Bull en una inversión que alcanzó los 300 millones de dólares.
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A pesar de la gran cantidad de dinero que se gastó para convertirla en una franquicia de primer nivel, por donde pasaron jugadores de la talla mundial de Thierry Henry, nunca pudo salir campeón. Ahora enfrentará al Inter Miami de Lionel Messi (aunque sin el capitán de la Selección argentina, que se lo pierde por lesión) en un partido correspondiente a la quinta fecha del certamen que las Garzas lideran y tiene al equipo de Nueva York como sexto clasificado.
La empresa de la bebida energética, con sede en Austria, ya había invertido en otros clubes y buscaba ampliarse. Tras comprar al Salzburgo de Alemania, en 2006 concretó la adquisición de los MetroStars tras pagarle la suma de 100 millones de dólares a Anschutz Entertainment Group, quienes eran los dueños hasta ese momento. Así, la franquicia pasó a llamarse New York Red Bull.
Tras la adquisición, la inversión de dinero no se detuvo allí. Los nuevos dueños querían un nuevo estadio que finalmente se inauguró en 2010 y tiene una capacidad para más de 25.000 espectadores. El Red Bull Arena costó otros 200 millones de dólares, lo que elevó la suma que debió gastar la empresa desde su llegada al club a 300 millones de dólares.
El motivo del desembarco de Red Bull en Estados Unidos
“Además de nuestros esfuerzos en Europa, queríamos involucrarnos e invertir en la escena del fútbol estadounidense”, dejó en claro Dietrich Mateschitz, fundador de Red Bull. En ese sentido, vieron a la MLS como un mercado interesante durante una época en la que no se le prestaba mucha atención y el tiempo terminó por darles la razón.
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“Un desafío al que se enfrenta el fútbol europeo en estos momentos es que los equipos generan enormes cantidades de ingresos y, sin embargo, siguen perdiendo dinero. Esto se debe a la falta de control de costes. Esta liga hace las cosas de manera diferente. Creemos que la MLS, debido a que administra el gasto, es un modelo de negocios inteligente”, explicó Mateschitz sobre la diferencia entre Europa y Estados Unidos.
En 2010, junto a la inauguración del estadio, también llegó Thierry Henry. El francés, tras dejar el Barcelona, se sumó a la lista de figuras que pasaron por la MLS. A pesar de su nivel donde marcó 52 goles y brindó 42 asistencias en 135 partidos, no pudo levantar el trofeo de la liga estadounidense. Sí pudo ganar dos veces la conferencia este y la MLS Supporters Shield, premio que se le otorga al mejor equipo de la temporada regular y que significó el primer título para la franquicia.
Los Red Bull ganaron la Supporters Shield en 2013 con Henry y luego en 2015 y 2018, pero aún aguardan por consagrarse en la MLS ganando también la fase de playoffs. A pesar de su corta historia, se lo califica como uno de los grandes perdedores al no haber logrado el éxito incluso con las figuras que pasaron por la franquicia.
Además de Henry, Lothar Matthaus también tuvo un breve paso en 2000: fue su último equipo como profesional (se retiró a los 39 años). Otros jugadores destacados que se pusieron la camiseta fueron Juan Pablo Ángel, Tim Howard, Adolfo Valencia, Roberto Donadoni, Youri Djorkaeff, Rafa Márquez y Tim Cahill.
