Este domingo se jugará una nueva edición del Superclásico del fútbol argentino entre Boca y River, y la ilusión de los hinchas es muy grande. Como en toda previa en el equipo de la Ribera, no puede faltar el ritual del asado de Juan Román Riquelme. Lo que pocos saben es la tradición uruguaya que se esconde detrás de este rito.
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Antes de cada partido importante, en medio de la concentración de los jugadores y cuerpo técnico, el club organiza un asado de camaradería para reforzar el espíritu del equipo y fortalecer los lazos con la dirigencia. Es una forma de motivar a todos los integrantes para el desafío que se les viene.
Si bien cuentan todos que Riquelme es un gran anfitrión de asados, nunca se lo vio cocinar uno. Siempre hay un asador asignado y por lo que se puede ver en las imágenes de uno de los últimos asados organizados, la elección de la carne y achuras es bastante tradicional: asado de tira (costilla chica), vacío, molleja, chori y morci.
Pero lo que más llama la atención es la elección uruguaya que hay en la parrilla bostera: el sistema de fierros que tanto identifica al formato de cocción en Uruguay.
La parrilla en Argentina, por lo general, está armada en forma de “V”. El parrillero para los uruguayos está hecho de varillas de hierro redondas. Esto hace que en el caso oriental la grasa de la carne cae sobre las brasas y se ahúma un poco más la carne. En este lado del charco, ese líquido se va por las canaletas y se junta en una latita por lo que se presenta un poco más desgrasado.
Por otra parte, hay una broma muy difundida en Uruguay sobre que ellos usan leña y en Argentina se usa carbón, lo que haría que el asado pierda sabor. Sin embargo, esto podría correr solo para los “porteños”. En el interior del país está mucho más difundido el consumo de leña que el del carbón.
Riquelme no solo confía en la parrilla uruguaya, sino que para el Superclásico espera que el delantero oriental, Edison Cavani, pueda romper la mala racha que lo persigue y marque goles en el Monumental.
Si Cavani cumple, seguramente le espera un súper asado para celebrar una victoria que el conjunto xeneize necesita para que las brazas de los hinchas no se enciendan aún más.