Dani Alves fue condenado este jueves 22 de febrero a cuatro años y medio por el delito de violación. Sin embargo el exfutbolista brasileño podría cumplir su pena fuera de la cárcel y hasta, incluso, radicarse en otro país, tal como se rumorea que es su deseo. Por el momento, la decisión tomada por el Tribunal puede ser apelada tanto por la defensa del jugador como por la defensa de la víctima.
Leé también: Condenaron a Dani Alves a 4 años y medio de cárcel por violar a una joven en Barcelona
Según contó el abogado español Agustín Martínez Becerra en el programa de televisión La Mirada Crítica, “al ser una pena de menos de cinco años, se permite la expulsión inmediata del país del futbolista, ya que es de origen extranjero”.
En los últimos días, el medio español Marca publicó el testimonio de un compañero de Alves en el centro penitenciario de Brians, quien aseguró que el futbolista había mencionado la posibilidad de irse a su país natal si recibía la libertad condicional antes del juicio. Ahora, según la legislación española, podrá viajar a Brasil a cumplir la pena.
Además, la Justicia de Barcelona determinó que deberá cumplir con cinco años de libertad vigilada después de la pena, restricción de acercarse a la víctima durante nueve años y seis meses, y una indemnización para la mujer de 150.000 euros. Vale aclarar que el exfutbolista del Barcelona ya lleva dentro de la cárcel un total de 13 meses.
En primera instancia, la defensa de la denunciante había solicitado al juez 12 años de prisión y la Fiscalía había pedido nueve. “Hay que evaluar la sentencia, valorarla bien. Nos queda tiempo para poder revisar todo. Estamos satisfechos, porque es una condena que reconoce la verdad de la víctima y el sufrimiento que ha habido”, dijo el abogado de la víctima, David Sáez.
Qué dice la ley española sobre los casos de agresión sexual
De acuerdo a la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual puesta en vigencia en agosto de 2022 tras la votación en el Congreso de los Diputados, las conductas sexuales sin consentimiento son consideradas agresiones y se castigan con diferentes penas en dependencia de las circunstancias y los agravantes del caso.
Según esta normativa, no se distinguen diferencias entre abuso y agresión sexual, considerando toda interacción sexual sin consentimiento como una agresión y se castigarán con penas de prisión.
Desde su aplicación, más de mil agresores que habían sido condenados con una legislación previa pudieron acceder a una rebaja automática de sus penas e incluso cientos de ellos fueron excarcelados.
