Christian Vieri supo ser uno de los delanteros más temibles del fútbol europeo durante las décadas del ‘90 y el 2000: es el máximo goleador de la historia de Italia en Mundiales y brilló en los tres gigantes de su país natal, pero su carrera estuvo marcada por peleas fuertes con varios de sus entrenadores. Ya retirado, el crack perdió casi todo su dinero en el póquer e incursionó en el mundo del podcast.
El oriundo de Bolonia, que nació el 12 de julio de 1973, debutó profesionalmente en el Torino a los 18 años y luego tuvo cortos pasos por elencos de las categorías menores en la península itálica. El Venezia y el Atalanta oficiaron de vidriera para su posterior arribo a la Juventus, donde anotó 14 tantos en apenas 37 partidos. Allí conquistó tres títulos -incluyendo una Copa Intercontinental- y recaló en el Atlético de Madrid en 1997.
Si bien obtuvo el premio Pichichi en el Colchonero con la impresionante marca de 24 goles en 24 encuentros en la Liga Española, su mala relación con el entrenador Radomic Antic aceleró su salida del club.
En la Lazio volvió a tener una destacada actuación y también la rompió en la Copa del Mundo de Francia 1998: su combinado nacional llegó hasta los cuartos de final y el atacante sumó cinco conquistas.
Leé también: Fue recolector de basura, estuvo preso siete meses y ahora es delantero de Racing
Qué es de la vida de Christian Vieri: de su gran etapa en el Inter al escándalo con el presidente del club
Massimo Moratti se convirtió en nuevo presidente del Inter y una de sus primeras decisiones en el poder fue invertir 32 millones de dólares en Christian Vieri, cifra récord a nivel mundial por aquel entonces. Incluso, el Toro eligió utilizar ese número en la camiseta como reflejo de su valía. Su dupla con el brasileño Ronaldo fue letal, aunque compartieron poco tiempo por las lesiones. Alcanzó las semifinales de la Champions y fue figura, pero nunca pudo ganar el Scudetto con los Neroazzurros.
Su despedida comenzó a pergeñarse ante la irrupción del DT Alberto Zaccheroni: Vieri tenía una buena relación con su antecesor Héctor Cúper y la marcha de Hernán Crespo al Chelsea generó aún más tensión. Tras los cuatro goles con su seleccionado en Corea-Japón 2002 y la llegada de Roberto Mancini al club, la situación se descomprimió, pero el delantero se cambió de vereda en Milán en medio de un escándalo.
El atacante denunció al mandatario de la institución lombarda por daños y prejuicios y hasta ganó un juicio: “Estaba feliz, pero terminé increíblemente decepcionado al enterarme de que Moratti estaba pinchando mi teléfono y escuchando mis llamadas. Ese es el tipo de cosas que hace la mafia. Igualmente, es imposible que odie al Inter porque fueron mis mejores años”.
Con los Rossoneri no tuvo buen feeling y pasó al Mónaco, su segunda experiencia fuera de su país. Posteriormente, volvió para desempeñarse en la Fiorentina y retirarse en el Atalanta.
En total, cuatro de sus cambios de equipo representaron un total de 87,5 millones de euros y se dedicó a los negocios al colgar los botines, pero no tuvo una buena experiencia.
Qué es de la vida de Christian Vieri: las inversiones que lo llevaron a la bancarrota y sus nuevas iniciativas
Además de sus confesiones vinculadas a las adicciones, las inversiones realizadas por Christian Vieri en restaurantes y su adicción al póker terminaron con una bancarrota y deudas por 16 millones de euros.
El crack pasó de ser tapa de los principales medios sensacionalistas a reencauzar su vida y aceptó una oferta del medio BeIN Sports Italia para volverse colaborador en televisión.
Vieri, ya radicado en Miami, incursionó en un programa llamado “Bobo Talk Show with Special Guest”, conducido por él mismo en Twitch y con leyendas del fútbol como invitados -Lionel Scaloni estuvo presente-. Aún así, también despuntó el vicio con la música tras volverse DJ: tuvo su primera experiencia con el controlador en la ciudad de Pádova y suele llevar a cabo remixes de Barry White, Abba y otros hits clásicos.
Leé también: La respuesta de Lanús ante el supuesto interés del Chelsea para convertirlo en una Sociedad Anónima