Inter de Porto Alegre sigue a paso firme en la Copa Libertadores: le ganó 1-0 a Bolívar en La Paz, Bolivia, por la ida de los cuartos de final. Darío Herrera fue el árbitro del partido y protagonizó una polémica que casi termina en el empate del equipo local.
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El juez argentino dirigió el tenso encuentro en la altura. Cuando el conjunto de Eduardo Coudet inició un contraataque, Herrera lo cortó involuntariamente.
El árbitro salió corriendo y no vio al futbolista que iba a recibir la pelota; sin querer lo empujó, le hizo perder la posesión y el volante del Bolívar le pegó de media distancia. La pelota se fue muy cerca del palo izquierdo del arquero y todos salieron a reclamarle.
Además de los futbolistas, el Chacho empezó a gritar y a saltar, indignado por la jugada que protagonizó su compatriota.