Entre sus varias virtudes como futbolista, el Cuchu Cambiasso tenía una muy particular: era un mediocampista de gran manejo, muy posicional, y con habilidad para llegar al gol. Así fue que a lo largo de su carrera hizo casi 100 tantos, algunos de ellos fueron muy importantes, como el que hizo en el Mundial 2006 a Serbia y Montenegro, y fue elegido el mejor gol de la Copa del Mundo, o el que le hizo a Boca en un Superclásico.
El de Alemania 2006 fue una extraordinaria combinación colectiva que incluyó más de 20 pases antes de la definición del Cuchu; y el que le metió a Boca con la camiseta de River fue mezcló su capacidad para llegar al gol con el oscurantismo: lo hizo porque zafó de una brujería.
Esteban Matías Cambiasso nació el 18 de agosto de 1980, hoy cumple 43 años y en cada uno de los clubes en que los que jugó, dejó su marca. Y en River, donde estuvo apenas una temporada, es muy recordado por su eficacia en los Superclásicos, porque convirtió tanto en el que se jugó en la Bombonera (el equipo ganó 3-0, con un gol de Cuchu) y en el que se disputó en el Monumental, que fue 1-1, gol de Cambiasso.
Cambiasso, eje de una increíble historia de brujería
La historia era desconocida hasta que la ventiló su propio hermano, Nicolás, exarquero y ahora presidente de All Boys. Cuando era columnista de un programa en TyC Sports, en un debate sobre las brujerías en el fútbol, reveló esta historia del Cuchu. Nicolás llegó a jurar por sus dos hijas que no estaba mintiendo ni exagerando.
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“Una persona amiga de la familia, hincha de Boca, cuando mi hermano va a River puso a todo el equipo Millonario en el freezer de la casa. A todos menos a mi hermano, por amistad. Y el gol lo hizo mi hermano”, detalló en referencia al partido que se jugó el 16 de septiembre de 2001, en Núñez. Y remató: “No estoy avalando nada, estoy contando una cosa que es más vieja que el fútbol”.
Fue en el Apertura 2001, un torneo que no tuvo a aquella brujería del Superclásico como el único hecho esotérico: los cuernitos de Mostaza Merlo llevaron a Racing a salir campeón después de 35 años de sequía.
Cumple 43 años el Cuchu Cambiasso: uno de los jugadores más ganadores de la historia
Producto de baby fútbol de Club Parque y de las Divisiones Inferiores de Argentinos Juniors, Cambiasso comenzó a aparecer fuerte en el fútbol cuando era un adolescente de 14 años. Por ese entonces se convirtió en una de las figuras del seleccionado Sub 17 que dirigía José Pekerman, en el que compartía equipo, entre otros, con Pablo Aimar.
Su camino por las selecciones juveniles continuó e incluyó el título mundial en Malasia 1997 y en paralelo pasó por Real Madrid, club en el que tuvo dos etapas: siendo adolescente, entrenando con Primera y jugando en el Real Madrid B entre 1996 y 1998, y entre 2002 y 2004 ya afirmado en el primer equipo y antes de iniciar su paso triunfal por el Inter, donde a lo largo de 10 temporadas ganó todo y se transformó en uno de sus máximos ídolos.
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Pero entre sus dos pasos por el Madrid se dio el gusto de jugar en el fútbol argentino, en Independiente primero, donde estuvo dos años, y finalmente la temporada en la que estuvo en River, con Ramón Díaz como entrenador, y donde tuvo asistencia casi perfecta: de los 38 partidos del torneo local, estuvo en 37, fue campeón en el Clausura 2002 y metió 12 goles. Dos de ellos, inolvidables para los hinchas, contra Boca.
