La tanda de penales de Inter de Porto Alegre y River no fue apta para cardíacos. Luego del triunfo 2-1 del equipo brasileño en los 90 minutos, el partido se definió desde los 12 pasos y hubo de todo. Uno de los puntos más resonantes fue el penal anulado a Pablo Solari, que se resbaló y pateó con los dos pies. Inmediatamente, el recuerdo más famoso fue el de Martín Palermo para Boca ante Platense.
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En cancha de Vélez, el 24 de abril de 1999, el Titán convirtió un insólito gol ante Platense al patear un penal con los dos pies. Cuando estaba por finalizar el primer tiempo, con el marcador en cero, al propio Martín le cometieron una infracción en el área y el árbitro Fabián Madorrán marcó la pena máxima.
Esta insólita escena ameritó a que la AFA le mandó el video de la jugada a la FIFA y el organismo convalidó el tanto.
Palermo se paró frente a la pelota, tomó una larga carrera, y cuando apoyó el pie derecho para impactar al balón sufrió un resbalón inoportuno. El botín de esa pierna, la menos hábil del 9, tocó suavemente el balón y luego llegó el zurdazo imperfecto.
En ese entonces, el árbitro señaló la mitad de la cancha y marcó gol. Ningún jugador de Platense le protestó. Sin embargo, según la letra fría del reglamento la ejecución debió ser invalidada y sancionarse un tiro libre indirecto para el Calamar. Esto es así porque en las faltas el ejecutante no puede tocar dos veces consecutivas la pelota.
¿Por qué valió el gol de Palermo y no el de Solari?
Más allá de que Madorrán no anuló el gol, la polémica que se generó hizo que el director de la Escuela de Árbitros, Juan Carlos Loustau, le pidiera intervención a la AFA para aclarar la cuestión reglamentaria.
Es que la regla 14 del reglamento indica que el penal debe ser ejecutado hacia adelante y el jugador encargado “no podrá tocar el balón por segunda vez hasta que lo haya tocado otro jugador”. También se decía que por tratarse de un hecho fortuito debía convalidarse como lícito. Para los que sostenían esta posición el fundamento era que a la hora de aplicar las reglas es necesario hacer una interpretación, y en este caso correspondía legitimar el gol.
Julio Grondona le envió el video de la polémica jugada a la FIFA. Tiempo después el máximo organismo del fútbol mundial se expidió y convalidó el insólito gol de Palermo. El criterio para que la FIFA definiera su postura ratificando la decisión de Madorrán se basó en que Palermo no quiso sacar provecho del doble toque sino que este se produjo por un resbalón involuntario.
