Tres minutos. Tan solo 180 segundos. Ese era el tiempo que faltaba para que el partido ante Italia se terminara y la Selección argentina pudiera lograr un meritorio empate en el debut en el Mundial de Australia-Nueva Zelanda 2023. Sin embargo, el gol de cabeza de Cristiana Girelli decretó el 1-0 definitivo y sepultó la ilusión albiceleste.
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Las jugadoras del conjunto nacional acusaron el golpe, pero su respuesta ante la adversidad fue de entereza. Con templanza enfrentaron a las cámaras y, aunque expresaron toda su tristeza por el resultado, se mostraron firmes. No hubo lágrimas ni reproches: todas recalcaron la necesidad de mantener la misma línea y mirar para adelante.
La primera en dejar el campo de juego y enfrentar a las cámaras fue Eliana Stábile, quien perdió ante el salto de la italiana en el gol. Detrás suyo aparecieron Vanina Correa y Lorena Benítez. Todas ellas siguieron una misma línea en sus declaraciones: pena por la derrota, pero confianza en la idea de juego de cara a lo que se viene.
El premio para Estefanía Banini que no fue
Con el 0-0 parcial hasta el minuto 86, todo estaba dado para que Estefanía Banini se llevara el premio a la mejor jugadora del partido, tal como había ocurrido también en el debut en el Mundial de Francia 2019 luego de su sobresaliente actuación ante Japón.
Las gambetas y la desfachatez de la mendocina, sobre todo en el primer tiempo, habían conquistado a los fanáticos que la habían votado masivamente a través de la página de la FIFA. Sin embargo, con el gol de Girelli a los 87′ todo cambió y el trofeo finalmente quedó en manos de la italiana, que había hecho su ingreso a la cancha tan solo cuatro minutos antes de la conquista.
La decisión que tomó el cuerpo técnico
La vuelta al hotel fue tranquila, en calma. Con bronca por el resultado, pero también con la confianza de haber dado la talla en un compromiso de gran importancia. Las jugadoras cenaron y se fueron a descansar.
El cuerpo técnico, en cambio, tomó una fuerte decisión: a pesar de estar entrando en horas de madrugada en Auckland, Germán Portanova y sus asistentes se pusieron a mirar el partido ante Italia para empezar a identificar las cuestiones a ajustar de cara al choque ante Sudáfrica. También vieron el duelo que las africanas perdieron ante Suecia por 2-1. Así, el operativo “dar vuelta la página” se puso en marcha.
La reacción en redes
“Vamos las pibas que esto recién empieza”, escribió Yamila Rodríguez en su cuenta de Twitter tan solo unos minutos después del partido. En ese mismo sentido, casi como si se hubieran puesto de acuerdo, se expresó la lateral Julieta Cruz: “Vamos las pibas, esto sigueeeeeeee”.
A diferencia de otros tiempos, en los que hubieran recibidos reproches e insultos, los comentarios de los fanáticos fueron de absoluto respaldo. Los hinchas destacaron la entrega del equipo y brindaron su apoyo.
Sin descanso
La Selección argentina volverá a trabajar con rapidez. No hay tiempo que perder: el lunes por la tarde (hora argentina) entrenará en Auckland. Se espera que las jugadoras hagan tareas regenerativas y empiecen a enfocarse en el duelo ante Sudáfrica.
El conjunto nacional disputará su segundo partido el jueves a las 21 en Dunedin, ciudad a la que viajará el día previo. Aún con la bronca por la caída en el debut, el objetivo del equipo se mantiene más firme que nunca: ganar los primeros tres puntos en un Mundial femenino y hacer historia.
