La Primera Nacional regaló otro capítulo violento: primero la suspensión del partido entre Brown de Puerto Madryn y Defensores de Belgrano por la presunta agresión al árbitro del encuentro, horas más tarde, Estudiantes de Caseros y Ferro terminó en una batalla campal entre los futbolistas por un polémico final.
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El Pincha comenzó ganando gracias al gol del exfutbolista de Boca, Nahuel Zárate. Luego, el equipo de Caballito logró empatar y dar vuelta el resultado por los goles de Jonathan Herrera y Gastón Moreyra. Pero en los últimos minutos hubo dos jugadas que le dieron inicio al enojo de los hinchas del elenco de Caseros.
El árbitro, José Carreras, adicionó 8 minutos. Al 52, Pablo Alvarado, defensor de la visita, se lanzó para frenar el ataque de Tomás Gaitán, donde tocó la pelota y derribó al delantero. Estudiantes reclamó penal pero Carreras a instancias de Nicolás Rosaminer, sancionó córner.
De ese tiro de esquina, en la última jugada del partido, hubo mano de Nahuel Arena dentro del área que no fue vista por la terna arbitral. Luego de las polémicas, Carreras pitó el final y le dio inició al escándalo.
Todos los jugadores de Estudiantes fueron derecho a los árbitros para recriminar ambas situaciones, pero todo comenzó como una protesta y siguió con empujones, mientras los futbolistas de Ferro festejaban la victoria hasta que se cruzaron. Los golpes fueron desde el centro del campo hasta la puerta de los vestuarios.
Pasado los minutos, cuando se calmó la situación, Carrera y sus asistentes se retiraron, bajo custodia policial, y recibieron una ola de insultos y proyectiles de algunos simpatizantes que esperaban la salida de los jueces.
