Se cumplen 27 años de la última expulsión que sufrió Diego Maradona como futbolista. Esa noche, Javier Castrilli le mostró la tarjeta roja en medio de un escándalo y la situación vivida en medio de la goleada de Vélez Sarsfield a Boca Juniors se convirtió en un meme histórico.
“Maestro, ¿pero usted está muerto?”, le preguntó el Diez al Sheriff en medio del campo del estadio Jose Amalfitani tras la expulsión. El árbitro no se inmutó y mantuvo el gesto adusto sin decir una sola palabra, lo que exasperó aún más al crack, que en ese momento tenía 35 años.
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“Tranquilo, soy jugador. Explíqueme por qué me expulsó. Por favor se lo pido”, le rogaba Maradona llevando sus manos al pecho en actitud de plegaria, rodeado de jugadores, fotógrafos y cámaras de televisión.
“Vamos Armando, no te va a contestar”, le decía Carlos Fernando Navarro Montoya, arquero de Boca, tratando de alejar a Diego y evitar mayores problemas para el futbolista, que se exponía a una dura sanción si seguía con las recriminaciones.
El escándalo entre Diego Maradona y Javier Castrilli
Lejos de calmarse, el astro se soltó de un manotazo de su compañero y continuó con la airada protesta. “Claro que no me va a contestar, si es un botón. ¡Botón!”, gritaba un Diego desencajado mientras los hinchas de Boca trataban de romper el alambrado para ingresar a la cancha (eran épocas en las que se jugaba con público visitante).
Aquella noche del 16 de junio de 1996 ese Vélez de Carlos Bianchi logró su mayor goleada de la historia sobre Boca, 5 a 1, y poco después se coronaría bicampeón del fútbol argentino.
El Xeneize, dirigido por Carlos Salvador Bilardo, tenía un equipo de estrellas y había empezado muy bien el decisivo duelo en Liniers, porque a los 15 minutos un gol de Claudio Paul Caniggia lo puso en ventaja. Sin embargo, Vélez lo empató enseguida con un gol polémico de Patricio Camps.
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Las imágenes mostraron que tras el cabezazo del delantero velezano la pelota no llegó a traspasar la línea, pero Castrilli lo decretó como gol y ahí se empezó a generar la exasperación de jugadores e hinchas del Xeneize.
Para colmo, después vino un golazo de tiro libre de José Luis Chilavert y la expulsión de Néstor Fabbri que dejó a Boca con 10. Luego de eso, Castrilli sancionó un discutible penal para el local por un supuesto empujón del Colorado Mac Allister, que el arquero paraguayo se encargó de transformar en gol.
Todo Boca estaba alterado por la situación y Diego, capitán xeneize, vio la roja por “incitación a la violencia”, según explicó después Castrilli. “Hizo gestos inequívocos hacia mí en momentos en los que los hinchas de Boca estaban tratando de romper el alambrado para ingresar al campo. Su actitud fue de incitación a la violencia”.
En el segundo tiempo, Vélez amplió la ventaja hasta llegar al 5-1 y en el final Boca terminó con 8 por la expulsión de Carlos Javier Mac Allister.
Años después, Castrilli dio detalles de lo sucedido: “Nunca expulsé a nadie sin que el jugador no supiera por qué lo hacía. Maradona sabía perfectamente por qué le había sacado la tarjeta roja. Él me vio sacar la tarjeta y también lo vieron sus compañeros, pero prefirió darse vuelta y hacerse el desentendido”.
También aclaró que nunca se fijó en la trascendencia de un futbolista a la hora de los fallos. “Siempre me regí por el principio de igualdad ante la ley, sin tener en cuenta quién era el jugador”, aseguró el árbitro, que nunca más se encontró con el 10. Tras la muerte de Diego, Castrilli expresó que estaba “consternado” por la noticia.