La AFA decidió echar al árbitro Diego Abal. Lo hizo después de que la escandalosa decisión que tomó el juez en el partido entre Gimnasia La Plata y Sarmiento de Junín al anularle un gol al Lobo desde el VAR por un offside en una jugada que provino de un tiro de esquina.
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Esta salida de Abal se empezó a gestar aquella tarde del sábado en el Bosque. Las discusiones y las charlas subidas de tono comenzaron aquel día y se extendieron hasta este jueves en el que todo explotó.
El momento de la jugada
Iban 41 minutos del segundo tiempo cuando a Felipe Sánchez le quedó una pelota en el área chica y definió al gol. La jugada había comenzado en un córner que, luego de una serie de toques, terminó en un centro. Todo Gimnasia festejó, pero la alegría se apagó cuando, increíblemente, el árbitro Ariel Penel anuló la conquista a instancias del VAR por un presunto offside.
Fue Diego Abal quien le avisó a Penel que había una posición adelantada. Hasta ese momento, todos los integrantes del equipo arbitral tenían prendidos los intercomunicadores. El línea Ariel Scime, que estaba del lado de la jugada en cuestión y la había validado, preguntó a quién le habían cobrado el offside. En ese momento, Abal decidió cerrar el canal de comunicación para que “no hubiera interferencias” y quedó en un diálogo a solas con el juez principal. El gol fue anulado.
Una vez que terminó el encuentro, los árbitros llegaron al vestuario. Scime le preguntó a Penel de quién era el offside que el VAR había cobrado desde la cabina en Ezeiza y el juez principal respondió que no se lo habían precisado. Cuando lo llamaron a Abal, se desató una gran discusión: tanto el árbitro del partido como el línea insistían en que no podía haber una posición adelantada en un córner.
La decisión que tomó Penel inmediatamente fue ir al vestuario de Gimnasia para pedir disculpas por lo ocurrido. Se reunió con el entrenador, Sebastián “Chirola” Romero, y con el presidente, Mariano Cowen, y responsabilizó al VAR. Al salir, hizo una declaración en caliente: “No hubo mala intención de nadie”, dijo.
Para ese entonces, la jugada ya se había viralizado y los árbitros habían quedado en el ojo de la tormenta. Al tomar conocimiento de lo que estaba ocurriendo, el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, les pidió a todos los integrantes del equipo arbitral de aquel día, tanto a los de la cancha como a los del VAR, que hicieran un informe ante la Oficina de Árbitros de la entidad que conduce.
El rol de Federico Beligoy y el gran temor que tiene
Federico Beligoy, en su rol de Director Nacional de Arbitraje, intervino en la discusión que se desató entre los jueces de cancha y los del VAR una vez que termino el partido de Gimnasia y Sarmiento. Inmediatamente, los convocó a una reunión que se desarrolló el miércoles por la noche.
El encuentro duró cerca de una hora. Los ánimos se caldearon cuando Beligoy le informó a Abal que lo iba a parar. Todo se complicó aún más cuando anunció que todos los que habían estado en el partido de la polémica iban a ser parados: incluidos Penel, Scime y Daiana Milone, la jueza de línea que estaba del otro lado y que no había tenido ninguna intervención en la jugada del gol.
Ante esta controversial decisión de Beligoy, los árbitros se le plantaron. Entonces, el Director Nacional de Arbitraje hizo públicas algunas de sus sospechas: cree que algunos jueces lo quieren desestabilizar y que se cometen errores insólitos con el fin de propiciar su salida del cargo. De hecho, entiende que ya hay un nombre para sucederlo: Sergio Pezzotta.
Esta interna no hace más que recrudecer los reclamos de los árbitros por lo que entienden como una incompatibilidad en los cargos que ocupa Beligoy, que no solo es Director Nacional de Arbitraje, sino que también es secretario de la Asociación Argentina de Árbitros (AAA), es decir, de su sindicato.