Gabriel Batistuta es un hombre de campo. Más allá del éxito que alcanzó como futbolista profesional, el exgoleador siempre ha mostrado su felicidad al vivir lejos del ruido y las luces de la ciudad. Quizás por eso construyó una impresionante mansión en medio del campo, en Malabrigo, un pequeño paraje a 40 kilómetros de Reconquista, su ciudad natal. Es en ese lugar donde pasa la mayor parte de su tiempo junto a su esposa y sus seres queridos.
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La increíble casa de campo de Batistuta abarca 129 mil hectáreas (equivalentes a casi 177 canchas de fútbol) y cuenta con una cancha de golf. El exdelantero de Boca Juniors, Fiorentina y Roma es un excelente jugador de golf y se ha convertido en un apasionado de este deporte. Ha compartido momentos en el campo de juego con Pep Guardiola, otro destacado jugador. “Pep juega muy bien al golf, es terrible, siempre quiere ganar... ¡pero no puede conmigo! Su hijo, Marius, nos ganó, nos superó... pero Pep no, no puede conmigo”, dijo en una entrevista con el diario La Nación hace algunos años.
En el escudo de su casa rural se destacan dos letras, LG, en letras grandes. “La Gloria”, un homenaje a su madre. La flor de lis evoca la huella del legendario jugador en la Fiorentina, y un par de tacos de polo completan el diseño.
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La mansión presenta un estilo antiguo y rústico, con la madera como elemento principal de decoración. En sus redes sociales, Batistuta ha compartido imágenes de los espacios más destacados de la casa, entre ellos un amplio salón y una hermosa chimenea donde calentarse en invierno. La casa se distingue por su madera en tonos oscuros, paredes con acabado a la cal, muebles robustos y rústicos, detalles campestres, toques simples y cálidos, y grandes mesas.
También se destacan una cancha de voleibol y una parrilla de alto nivel, donde el exgoleador de la selección argentina se anima a desafiar a cualquiera. “¡Mejor asador que goleador! Abro el desafío, anótense”, escribió en uno de sus posts en redes sociales. En la mansión tampoco faltan los animales. Batistuta y su esposa, Irina Fernández, tienen caballos y se dedican a la cría de ovejas, cerdos y gallinas.
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La esposa del futbolista es una apasionada de los atardeceres en su mansión en Reconquista y suele compartir varias fotos en sus redes sociales.
