Después de casi 10 años, Ricardo Gareca volvió a su casa. Sin embargo, la noche no pudo ser perfecta: Vélez empató 1-1 con Platense. El Tigre fue ovacionado en su regreso y la gente estuvo a la altura: hicieron un mosaico en su honor y le dedicaron algunas canciones con su nombre.
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El último partido que había dirigido en el estadio José Amalfitani fue el 15 de diciembre de 2013. Aquella vez, el Fortín recibió a San Lorenzo en la última fecha del Torneo Inicial: ambos peleaban el campeonato, pero el empate le dio el título al Ciclón de Juan Antonio Pizzi.
Este lunes 13 de marzo significó el retorno de un ídolo. El Tigre había dejado una impresionante marca gracias a su juego y sus logros: Vélez ganó cuatro torneos locales bajo su conducción.
Cuando salió al campo de juego, el estadio se vino abajo: la ovación fue tan impresionante que Gareca se emocionó y entró a la cancha para saludar a su público. La platea que está frente al banco de suplentes lo recibió con un mosaico que dibujaba un tigre y su apellido.
La gente coreó su nombre con dos canciones tradicionales que sonaron durante mucho tiempo en Liniers: “Miren miren qué locura, miren miren qué emoción, este es el famoso Tigre que volvió a Vélez para ser campeón” y “De la mano del Tigre vamo’ a salir campeón”.
Mientras agradecía, las cámaras de televisión captaron algunas lágrimas en el rostro del entrenador que firmó un contrato hasta diciembre de 2023.
Vélez no pudo con Platense y empató en Liniers
A los tres minutos de juego le anularon el gol a Lucas Pratto por una posición adelantada de Walter Bou y ahogó el grito de Gareca. Sin embargo, Abiel Osorio metió un gran cabezazo para abrir el marcador a los 42′.
El segundo tiempo sorprendió a Vélez: Nicolás Castro le pegó desde muy lejos y un rebote en el capitán Lautaro Gianetti descolocó a Leonardo Burián. De esa manera, Platense encontró el empate definitivo.
El conjunto local intentó, pero no pudo romper la igualdad. El Tigre mandó a la cancha a todos los jugadores ofensivos que tuvo a disposición y aún así no logró el tan ansiado triunfo.