Darío Benedetto volvió con todo a la titularidad. Fue el encargado de abrir el marcador y poner a Boca 1 a 0 ante Patronato en la Supercopa Argentina. El delantero recibió un gran centro por lo bajo de Nicolás Figal y, de primera, definió para tomar ventaja en un partido en el que ganó una nueva estrella. Ya en el segundo tiempo, también marcó el 2-0. Y el 3-0. Figura total.
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Pero el estado de ánimo del Xeneize, antes de esa euforia por el gol de Benedetto para el 1-0, había pasado por el lamento. Porque el tanto del delantero llegó a los 41 del primer tiempo, cuando el duelo se iba al entretiempo. Minutos antes, de hecho, no le habían dado un penal a Boca por un offside previo -bien detectado por el VAR- a una mano de Patronato.
Matías Ruiz Díaz había tocado la pelota con la mano en el área tras un centro de Luca Langoni y el árbitro primero cobró penal. Sin embargo, cinco minutos después revirtió la decisión: el juvenil de Boca estaba en posición adelantada cuando recibió el pase.
Lo concreto es que el gol de Benedetto le permitió a Boca jugar con más calma e irse al entretiempo arriba en el marcador. Un resultado merecido, ya que el Xeneize hizo todo lo necesario como para terminar los primeros 45 minutos con un gol a favor.
Todo quedó aún más claro en el segundo tiempo. A los seis minutos de esa etapa, Benedetto mostró todo su repertorio y, esta vez de cabeza, marcó el 2 a 0 para el Xeneize. Un gol que le dio todavía más fuerza al equipo de Ibarra. Pero faltaba.
Faltaba, sí, porque a los 16 minutos de la parte final otra vez Benedetto empujó la pelota y gritó el 3 a 0. Un gol que definió la final cuando todavía quedaba casi media hora de juego. Boca, campeón de la Supercopa Argentina.
El penal que no le dieron a Boca por offside previo a una mano
