El 7 de diciembre de 1997 se retiró del fútbol uno de los jugadores más ganadores de la historia: Oscar Alfredo Ruggeri. Defensor aguerrido, fuerte, gran cabeceador y dueño de una personalidad arrolladora. A lo largo de su extensa carrera logró múltiples títulos y jugó en los equipos más importantes del planeta, pero lo que más se destaca de su paso por las canchas es la obtención de la Copa del Mundo en México 86, junto a Diego Maradona.
Hace 25 años Ruggeri se despedía de la pelota en modo ganador, como él lo merecía. Jugando para Lanús, enfrentaba a Estudiantes de La Plata. Ya había anunciado que iba a ser su último partido. A los 10 minutos del primer tiempo el árbitro Luis Bongianino marcó penal para el Granate por una infracción del uruguayo Leonardo Ramos contra Claudio Enría.
En ese momento, los hinchas de Lanús empezaron a corear el nombre de Ruggeri. El Cabezón cruzó todo el campo y pidió patearlo. Metió el gol y se fue de la cancha, reemplazado. Se retiró festejando un gol suyo y celebrando, al mismo tiempo, la despedida.
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Aunque nació en Rosario el 26 de enero de 1962, su familia se mudó a Corral de Bustos, Córdoba, cuando él era muy pequeño. Tempranamente mostró grandes condiciones para el fútbol y fue fichado en las inferiores de Boca, equipo del que era hincha desde pibe. A los 18 años debutó en primera.
En 1981 se da el primer hito de su prolífica carrera. Diego Maradona llega a Boca y se produce una verdadera revolución. Ruggeri fue titular de ese equipo dirigido por Silvio Marzolini que también tenía a Hugo Gatti, Miguel Brindisi, Roberto Mouzo y Hugo Osmar Perotti. En un final de torneo apasionante por la extraordinaria campaña del Ferro de Carlos Griguol, Boca gana el Metropolitano y el Cabezón da su primera vuelta olímpica a los 19 años.
Pase a River y más títulos: Libertadores e Intercontinental
A comienzos del 85, Boca era un polvorín y se desata una huelga. Ruggeri y Ricardo Gareca, ambos representados por Guillermo Cóppola, reclaman el pase libre y la situación se destraba con el pase de ambos nada menos que a River. La operación finalmente se cerró con el traspaso de Ruggeri y Gareca al Millonario, mientras que Carlos Daniel Tapia y Julio Jorge Olarticoechea fueron al Xeneize.
Más allá de todas las polémicas que generó esa transferencia al rival más odiado, en el plano deportivo el Cabezón siguió cosechando éxitos: con River fue campeón argentino, obtuvo la primera Copa Libertadores de la institución y también la Intercontinental.
Luego de esto, a nivel clubes, jugó en Logroñés y en el poderoso Real Madrid. Con el Merengue obtuvo la Liga y se dio el gusto de integrar un plantel de estrellas en el que ratificó que era un crack internacional.
Con la Selección Argentina, capitán y campeón de todo
Debutó en la selección a los 21 años, convocado por Carlos Salvador Bilardo desde el inicio de su gestión. Con la camiseta argentina se consagró campeón mundial en México 86, seguramente su mayor logro deportivo. Jugó los 7 partidos y hasta metió un gol en el debut ante los coreanos.
También fue subcampeón en Italia 90 e integró el plantel argentino en Estados Unidos 94, cuando el doping de Maradona atentó contra la producción de un equipo que parecía destinado a la gloria.
Sus éxitos en la selección no se limitan a los mundiales: también fue campeón de América en dos oportunidades, ambas dirigido por Alfio Basile. Primero fue en Chile 1991 y dos años más tarde en Ecuador. En las dos conquistas recibió la Copa como capitán del equipo. También obtuvo la Copa Confederaciones, en Arabia Saudita 1992.
La inolvidable vuelta olímpica con San Lorenzo
Con 33 años, el Cabezón todavía tenía mucho para dar. En 1995, San Lorenzo peleaba el campeonato mano a mano con Gimnasia. El equipo de Héctor Rodolfo Veira llegaba a la última fecha en desventaja. Debía esperar un traspié del Lobo ante Independiente, en La Plata, y ganar su partido ante Central, en Rosario, para ser campeón. El Rojo ganó con gol de Mazzoni y el Gallego González le dio la victoria al Ciclón. Ruggeri, otra vez campeón.
La patada a Chilavert que no llegó a destino, pero quedó en la historia
Jugando para San Lorenzo, Ruggeri tuvo una pelea histórica con José Luis Chilavert. En 1996, la cancha de Vélez fue el escenario de ese violento enfrentamiento. El zaguero venía discutiendo con el arquero desde hacía varios minutos y se habían dicho de todo. Hasta que en un momento, mientras “Chila” se aprestaba a mandar un pelotazo desde su área, Ruggeri apareció de atrás ensayando una patada voladora que no logró impactar en las piernas del paraguayo porque este lo vio venir y dio un salto. Acto seguido, Veira lo sustituyó y el Cabezón le protestó airadamente en el banco de suplentes.
El total de la carrera de Oscar Ruggeri registró 662 partidos y 55 goles en Boca, River, Logroñés, Real Madrid, Vélez, Ancona, América de México, San Lorenzo y, se dijo, Lanús. Como entrenador no obtuvo títulos pero sí se le adjudica el mérito de haber hecho debutar en 2003 en Independiente a Sergio Agüero, cuando el Kun tenía 15 años y 35 días. El día que el Cabezón se retiró tuvo como rival en Estudiantes a Lionel Scaloni, el actual entrenador de la Selección argentina.