Ningún fanático del Granate se olvidará de aquella gloriosa tarde del verano de 2007. Por algo el 2 de diciembre quedó inmortalizado de ahí en más como “el día del hincha de Lanús”. En el estadio de Boca, el equipo de Ramón Cabrero, a falta de una fecha para el final del Apertura, logró un empate que le permitió dar la vuelta olímpica en La Bombonera.
La estrella de ese equipo era un delantero que aún hoy sigue jugando para Lanús: José Sand. Un correntino de mucha potencia y olfato de gol que en ese torneo convirtió 15 tantos (sólo superado por Germán Denis), y que es el máximo goleador histórico de la institución con nada menos que 170 gritos. Un “9″ impresionante.
En la fecha 18 del Apertura 2007, una antes del final, Lanús tenía que visitar a Boca con la posibilidad de dar su primera vuelta olímpica en la élite del fútbol argentino. Las cosas empezaron bien porque Pepe Sand, de cabeza tras un corner, marcó la ventaja para el visitante.
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Otro goleador de raza, como Martín Palermo, puso en peligro la obtención del título por parte de Lanús, al marcar el empate. Poco después se fue expulsado Fabián Vargas y Boca quedó con 10. Los minutos finales fueron de calma para el “Granate” y cuando concluyó el encuentro se desató la fiesta: Lanús campeón por primera vez.
Tigre, que fue subcampeón, cayó esa tarde ante Argentinos Juniors y eso permitió que el equipo del sur bonaerense celebrara el campeonato con antelación y sin necesidad de vencer a Boca. Ese empate fue suficiente para que Lanús hiciera historia y lo festejara en la emblemática Bombonera.
La campaña del equipo de Cabrero fue brillante. Ganó 11 de los 19 partidos, empató 5 y sólo perdió 3 (todos en las primeras 9 fechas, a partir de allí no cayó más). Además del nombrado Sand, una gran figura fue Diego Valeri, el enganche del equipo y entonces jugador de selección.
Un equipos “Made in Lanús”
La formación más habitual que ponía en cancha ese Lanús campeón era con Carlos Bossio en el arco; Rodolfo Graieb, Walter Ribonetto, Santiago Hoyos y Maxi Velázquez en la defensa; Sebastián Blanco, Matías Fritzler, Agustín Pelletieri y Valeri en el medio y Lautaro Acosta junto a Sand en el ataque.
Sólo tres jugadores de la base del equipo no eran surgidos de las inferiores del club, razón por la cual el título fue “Made in Lanús” (como la película) y todo el mundo elogió la forma de trabajar de la institución, considerada como un modelo a seguir.
Unos 3 mil hinchas del Granate pudieron vivir la fiesta en la cancha de Boca, porque en ese momento –si bien se permitía el ingreso de público visitante- la institución “xeneize” sólo ponía a la venta esa cantidad de entradas para el rival de turno.
En el estadio de Lanús, miles de simpatizantes observaron el partido en la pantalla gigante que instaló el club. Tras el pitazo final de Sergio Pezzotta, los hinchas iniciaron un festejo enloquecido como si el partido se hubiera jugado allí.
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A pocos kilómetros de distancia, ese puñado de jugadores más los 3 mil hinchas de Lanús celebraban el título en La Bombera. Un lujo que hasta ese momento sólo se habían dado River, Racing y Newell´s.
A 15 años de aquel logro histórico, los protagonistas remarcan su alegría por haber quedado en la historia del club. El propio Pepe Sand, un trotamundos del fútbol, resalta ese título del 2007 como una de las mayores alegrías que le dio el fútbol.
“A medida que el campeonato avanzaba nos dimos cuenta que estábamos para más… Tuvimos la virtud de no conformarnos con una buena campaña y jugaron todo por el título. Fuimos justos campeones y dimos la vuelta en la cancha de Boca… ¿Qué más podíamos pedir?”, dijo el implacable goleador.
