Diez días antes de la muerte de Julio Grondona, el famoso anillo con la frase “Todo pasa” perdió sus poderes. En realidad, lo que perdió fue el sentido para quien todavía, en julio de 2014, era el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) desde el 6 de abril de 1979.
Su poder como dirigente seguía intacto, pero el fuego interno se estaba apagando para Julio Grondona, quien tenía 82 años de vida aunque su vida hacía un poco de dos años que ya no tenía la misma vivacidad: el 16 de junio de 2012, su esposa Nélida Pariani había muerto después de varios meses de sufrimiento, víctima de un cáncer.
¿Qué tiene que ver el anillo con la frase “Todo pasa” con la muerte de Nelly, como todos conocían y llamaban a la esposa de Grondona? Todo. Porque para el presidente de la AFA, aquella frase simbolizaba un concepto tan sencillo como claro: siempre hay una segunda oportunidad. Las cosas pasan y lo mejor es cerrarlas rápido para que se inicien otras. Hoy se gana y mañana se puede perder; y viceversa. Pero la muerte no ofrece otra chance.
A 8 años de la muerte de Julio Grondona: el anillo que no pudo con la muerte
Antes de ir al velorio de su esposa, compañera desde la adolescencia y madre de sus tres hijos (Humberto, Liliana y Julio), Grondona se sacó el anillo del “Todo pasa” del meñique izquierdo, donde sólo quedó colocada la alianza de matrimonio. Pero el anillo con la frase que hizo historia, se lo guardó en el bolsillo.
Para Julio Grondona, todo pasaba menos la muerte. O, al menos, la muerte de alguien amado por él como lo era Nelly. Nunca volvió a usar ese anillo entre ese 16 de junio de 2012 y el 30 de julio de 2014, día de su propia muerte.
Si ya Grondona venía de mal ánimo en los meses previos a la muerte de su esposa, por ver cómo su salud se deterioraba producto de la enfermedad, el momento del fallecimiento de la mujer fue un duelo insalvable. Ni siquiera mitigó un poco su dolor que una semana más tarde su querido Arsenal, club que había fundado a sus 24 años (con el apoyo de su esposa Nelly, entre otros) haya salido campeón del fútbol argentino.
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Incluso, la leyenda dice que diez días antes de su fallecimiento, en su casa de campo en la localidad bonaerense de Brandsen, don Julio revoleó el anillo a un pastizal, porque el dolor de ser viudo no pasaba ni pasaría jamás. Por lo menos mientras él viviera.
A 8 años de la muerte de Julio Grondona: cuándo nace la historia del anillo
El concepto de “Todo pasa” Grondona lo acuñó con el correr de los años. Siempre un hombre muy temperamental, aprendió a domar las pocas pulgas que podía tener con el paso del tiempo. Y fue dos décadas después de haber asumido como presidente de la AFA que alguien le hizo ese regalo tan simbólico, el famoso anillo.
El hacedor fue su amigo Noray Nakis, vendedor polirrubro, vinculado con joyerías, entre otras actividades, hincha de Independiente e influyente hombre del fútbol del Ascenso a partir de su rol de presidente del Deportivo Armenio, club desde el que se encumbró en el poder el fútbol argentino gracias a Grondona.
Y aunque el final de la vida de don Julio no los encontró tan cercanos, en los buenos viejos tiempos, en los que Nakis se sentaba a la derecha de Grondona, le encargó a un amigo joyero un anillo de 14 gramos de peso en oro 18, con una leyenda al frente (tipo sello) que decía “Todo pasa”.
Había sido a mediados de 1999 cuando el entorno de Grondona descubrió “el concepto” del Todo pasa. En un discurso, el presidente de la AFA repetía lo que tantas veces: “Qué se le va a hacer, son cosas que pasan”, un latiguillo que expresaba la buena capacidad de resignación ante ciertas cosas para abrirse a otras nuevas.
Pero cuando Noray Nakis lo felicitó por sus palabras y redujo el latiguillo a “todo pasa”, a Grondona le gustó. Y lo anotó en papel que llevaba en su bolsillo como una tarjeta de presentación. El concepto del todo pasa ya estaba escrito y Nakis lo bañó en oro. De hecho, y a pesar de los innumerables pedidos que tuvo, el dirigente armenio nunca quiso mandar a hacer copias porque la exclusividad era de Grondona.
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Además, para alguien de la personalidad de Grondona, y del poder que tenía y ejercía, que generó que muchos lo compararan con un “Padrino”, tener un anillo para que todos lo reverenciaran era importante. Y desde mediados de 2000, cuando Nakis se lo regaló, Grondona lo llevó puesto siempre hasta el 16 de junio de 2012.
No fue toda la vida, como el mito podría hacer suponer. En definitiva, Grondona y su anillo de “Todo pasa” convivieron apenas 14 años. Los últimos 14 de sus 82 años de vida.