El 25 de octubre de 1997 será recordado como el día que Diego Armando Maradona jugó su último partido como futbolista profesional. Y lo hizo, nada más ni nada menos, que en un Superclásico en el Monumental. El colombiano Jorge Bermúdez tuvo la fortuna de ser un testigo privilegiado: aquel día, jugó su primer partido ante River con la camiseta de Boca y vio el momento exacto en el que el Diez dijo basta para pasarle todo su legado a Juan Román Riquelme.
“Arrancamos perdiendo 1-0. En el entretiempo entra el gran Diego llorando y diciendo ‘No puedo jugar más, hasta aquí los acompaño, no me responden las piernas’”, reveló el actual integrante del Consejo de Fútbol de Boca en una entrevista con TNT Sports.
Ese fue el momento exacto en el que un joven Riquelme recibió “la bendición” de parte de Maradona: “Ahí le da un abrazo a Román y le dice: ‘bueno guacho, es ahora tu vida, es ahora tu fútbol. Ustedes vayan y denle la vuelta a esto’”.
En el descanso se produjo el cambio: salió Maradona y entró Riquelme. El Xeneize finalmente dio vuelta el marcador y se llevó el triunfo por 2-1.
El recuerdo de un día con mil sensaciones
Sobre cómo se vivió aquella jornada en el plantel de Boca, Bermúdez recordó: “Hubo muchos condimentos de nostalgia, de tristeza, pasó de todo en ese partido, fue una película”.
“Tenés a Maradona enfrente tuyo llorando y diciendo que no puede jugar más al fútbol. ¿Te lo imaginas haciendo otra cosa en la vida? No”, sostuvo el Patrón, que por entonces tenía 26 años.
Maradona ya sabía en qué tipo de jugador se convertiría Riquelme
Para el colombiano, Román ya evidenciaba su calidad con tan solo 19 años. “Uno ya se daba cuenta para dónde iba el agua. Cuando ves la soltura con la que jugó ese segundo tiempo yo decía: ‘Este chico va a ser distinto, va tener otra luz en nuestro fútbol’”.
“Entre magos se conocen los trucos”, planteó sobre el vínculo que habían establecido Diego y el joven Riquelme. “Cuando Román hacia un caño o algo, Diego lo aplaudía. Diego era muy genuino, muy espontáneo en sus reacciones”.
“Como persona y como compañero, inigualable. Es el que tuve yo y el que recordaré siempre”, finalizó.
