El Super Bowl volvió a tener su gran noche con un entretiempo dedicado al rap y al hip hop, y fue el artista Eminem el que dio la nota fiel a su estilo. Es que el platinado desafió las directivas de la NFL que le había prohibido hincar la rodilla en el suelo (signo de protesta contra el abuso y el racismo), algo que el popular cantante desconoció por completo.
Eminem formó parte de un grupo de cantantes y raperos que le dieron brillo y color al entretiempo del Super Bowl, en el que Los Ángeles Rams se quedaron con el título tras vencer a los Cincinnati Bengals.
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En el final de su show, Eminem posó una rodilla sobre el escenario y bajó la cabeza, el gesto que popularizó el jugador de fútbol americano y activista Colin Kaepernick durante la ejecución del himno estadounidense en la previa de los partido.
Se trata del mismo gesto que enfureció a Donald Trump. El ex presidente de los Estados Unidos incluso llegó a atacar a los jugadores y a pedir que cesara el gesto.
La lucha de Collin Kaepernick, que pasó de disputar el Super Bowl a no conseguir equipo en la NFL, se extendió más tarde a otros deportes y a las calles. Su explosión se dio con el movimiento Black Lives Matter que luchaba contra el racismo en los Estados Unidos.
El homenaje de Eminem recibió entusiastas aplausos en las redes sociales, y numerosos usuarios destacaron el hecho de que la NFL le había pedido expresamente al rapero que no lo hiciera.
Collin Kaepernick, el jugador de fútbol americano que protestó y se quedó sin equipo
Collin Kaepernick fue la superestrella que hizo poner de rodilla a la National Football League (NFL), la liga de fútbol americano, en protesta contra la violencia racial y policial en Estados Unidos.
El 27 de agosto de 2016, Kaepernick se comprometió por la causa en defensa de los ataques y atropellos sufridos por los afroamericanos. Fue en la antesala de un partido de pretemporada de fútbol americano, cuando su equipo, San Francisco 49ers, jugaba frente a Green Bay Packers: mientras en el estadio sonaba el himno de los Estados Unidos, se negó a ponerse de pie y se mantuvo sentado en el banco en señal de protesta por el asesinato a diversos ciudadanos negros por parte de los policías blancos.
“No me voy a poner de pie para mostrar orgullo por una bandera de un país que oprime a la gente negra y a la gente de color”, sentenciaba Kaepernick en aquel momento.
La voz de Kaepernick se multiplicó durante los siguientes partidos, no sólo otros jugadores imitaron el no saludar mientras el himno sonaba sino que comenzaron a poner la rodilla en el piso para continuar con las protestas en contra del racismo en el país.
