Los juveniles de Boca hicieron un gran partido y dieron una enorme muestra de carácter. En medio de una semana turbulenta para el Xeneize tras el viaje a Brasil, el aislamiento de los profesionales y las diferencias con la Liga Profesional que encabeza Marcelo Tinelli, los futbolista que suelen jugar en la Reserva pusieron el pecho y consiguieron un empate 0 a 0 con Banfield en condición de visitante.
// Los pibes de Boca pusieron el pecho en la semana más difícil y empataron con Banfield
Pero más allá del resultado, lo que más se destaca de los juveniles es que el viernes habían jugado en la Reserva y, pocas horas después, salieron al campo para defender la camiseta de Boca en el primer equipo. El cansancio se notó al final, cuando muchos de los chicos no podían ni caminar. Varios de ellos se acostaron en el césped por el esfuerzo y otros tuvieron que ser atendidos por los médicos. Un esfuerzo muy valioso.
Cuando el árbitro le puso punto final al duelo, los juveniles se abrazaron y, entre sonrisas, se dieron cuenta de que habían cumplido el objetivo. Y no tiene tanto que ver con el resultado, sino con las formas, con la certeza de que hicieron lo que tenían que hacer.
En el vestuario explotó la celebración. Fue, de hecho, una suerte de descarga para esos chicos que no sabían cómo les iba a ir. Como para darle más fuerza a lo que ocurrió en el Florencio Sola, 13 futbolistas del Xeneize jugaron su primer partido en Primera. Un dato que sube aún más el nivel del empate.
Boca tiene futuro y este sábado quedó demostrado. Hay chicos como Valentín Barco, Ezequiel Fernández, Vicente Taborda y Eros Mancuso que merecen la oportunidad de subir a Primera. Todo el plantel que puso Sebastián Battaglia vistió la camiseta con dignidad; del otro lado, en Banfield, hubo dudas y poca capacidad para detener la frescura y el ímpetu de los jóvenes.
Fueron días complicados y tensos. Boca quedó afuera de la Copa Libertadores a manos de Atlético Mineiro luego de dos fallos arbitrales muy polémicos y para colmo la violencia apareció en los pasillos del estadio Mineirao, donde los jugadores se cruzaron con los rivales y con la Policía. El resultado: nueve personas imputadas y una orden de aislamiento por parte del ministerio de Salud una vez el avión aterrizó en la Argentina. Este sábado, en medio de esa situación, llegó un poco de calma para el Xeneize.
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