El Tottenham anunció este lunes que su entrenador, el portugués José Mourinho y todo su cuerpo técnico fueron“relevados de sus funciones”, diecisiete meses después de haber llegado a los ‘Spurs’ para reemplazar al argentino Mauricio Pochettino. Las principales causas, no esgrimidas en el comunicado, fueron el mal funcionamiento del equipo y que la relación con el plantel estaba quebrada.
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“El club puede anunciar hoy que José Mourinho y su cuerpo técnico, Joao Sacramento, Nuno Santos, Carlos Lalín y Giovanni Cerra, han sido relevados de sus funciones”, se lee en el comunicado.
El Tottenham, líder de la Premier League hasta mediados de diciembre, sufrió un bajón importante en su rendimiento y ahora ocupa ahora el séptimo puesto, a cinco puntos de los puestos clasificatorios para la próxima Liga de Campeones. El técnico luso estaba siendo muy criticado por el juego de su equipo y había rumores sobre tensiones en el vestuario.
“José y su cuerpo técnico han estado a nuestro lado en uno de los periodos más difíciles para el club. José es un grandísimo profesional que ha demostrado una enorme resistencia durante la pandemia”, comentó el presidente del Tottenham, Daniel Levy.
El momento elegido para el anuncio es sorprendente, ya que el Tottenham disputa el miércoles un partido crucial en su lucha por los puestos europeos, contra el Southampton, en un duelo que había sido aplazado.
Según los medios de prensa ingleses, el Tottenham deberá abonarle a Mourinho 15 millones de libras (17 millones de euros) en concepto por haberlo echado antes de que se cumpla el tiempo de contrato, que finalizaba en 2023.
Fuera de la elite
Con el fracaso de Mourinho en el Tottenham Hotspur, donde no pudo ni completar una sola temporada entera, se acaban muchas de las opciones del portugués de seguir entrenando en la élite de Inglaterra, tras su paso previo por el Chelsea, en dos etapas, y el Manchester United.
Su llegada a los Spurs en reemplazo de Mauricio Pochettino, fue un nuevo comienzo para el entrenador luso que ahora bajaba un escalón y se unía a un proyecto en auge que había alcanzado la final de la Champions unos meses antes.
Mou no había terminado bien en el Chelsea, donde rozaba las posiciones de descenso en 2015 cuando fue despedido, ni en el United, donde se fue enfrentado con el plantel y fuera de las posiciones de Champions League.
“Fue contra nosotros”, dijo Pogba recientemente en una entrevista con Sky Sports, recordando la etapa de Mou en el conjunto de Mánchester.
Algo similar ocurrió en el Tottenham. Paulatinamente perdió el apoyo de los jugadores al criticar su actitud en partidos como la vuelta de la Europa League contra el Dinamo de Zagreb, que les levantó un 2-0. “Parece que no se lo tomaron en serio”, había dispardo en conferencia de prensa.
Ni siquiera cuando el equipo fue líder de la Premier, en un corto periodo de tiempo en diciembre, convencían. Ganar a cualquier precio fue la máxima de un equipo que no hacía disfrutar al fanático y que tenía a marcar rápido, para luego defenderse todo el partido.
Solo la Copa de la Liga era el rayo de esperanza de Mourinho, que podría alzarse como el salvador al recoger el primer título para los ‘Spurs’ en 13 años, desde que lo lograra Juande Ramos.