Mehdi Taremi vio cómo la pelota se acercaba al punto penal y no dudó: hizo una pirueta increíble y metió uno de los goles más lindos de la actual edición de la Champions League. El delantero iraní del Porto, igual, no lo festejó: su equipo se quedaba afuera del torneo a manos del Chelsea.
El equipo inglés se clasificó para las semifinales gracias al 2 a 0 que cosechó en la ida. El partido se jugó en la cancha del Sevilla español debido a las restricciones sanitarias por el coronavirus.
El Chelsea enfrentará en semifinales al vencedor de Liverpool-Real Madrid (triunfo para los españoles en la ida por 3-1).
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“Hemos hecho lo que teníamos que hacer. Fue un combate muy duro, quizás no fue lindo de ver por televisión, pero desde la banda fue un encuentro muy intenso, muy rápido”, declaró tras el partido el entrenador de Chelsea, Thomas Tuchel.
El técnico alemán elogió la fluidez y la agresividad del ataque del Porto, “pero nos defendimos muy bien y no merecimos recibir el gol”.
“Los chicos aguantaron al final. Merecimos ganar después de 180 minutos difíciles”, insistió.
Pese a que el Porto necesitaba marcar dos goles (y no recibir ninguno) para al menos forzar los penales, el partido comenzó muy parejo, con los portugueses tratando sin éxito de llegar al arco defendido por Edouard Mendy y con los Blues esperando a su rival.
Demasiado poco juego el propuesto por los dos equipos como para mover el marcador en un primer tiempo que acabó sin ninguna situación clara de gol.
Los jugadores de Chelsea se mantuvieron ordenados en defensa pese a los problemas físicos que sufrió al final el veterano central brasileño Thiago Silva, víctima de calambres y el gol de Taremi, con una espectacular chilena, que llegó demasiado tarde como para inquietar a los ingleses.
“Tuvimos más ocasiones y hemos jugado mejor que nuestro rival, pero nos faltó eficacia en ataque”, lamentó el técnico del Porto Sergio Conceiçao, añadiendo que su equipo “debería haber marcado antes” para haber llegado con la eliminatoria abierta al final.
Chelsea no se clasificaba para las semifinales de la máxima competición europea de clubes desde 2014, dos años después de haber conquistado por primera vez y única la Champions.
Un cambio espectacular para un equipo que parecía apagado en enero, cuando el club decidió el despido de Frank Lampard, con el equipo alejado de la cabeza en la Premier League (actualmente es 5º y pelea por clasificarse para la próxima Champions) y parecía sin demasiado futuro en Europa.