A sus 43 años, Ronaldinho tiene pocas cosas que recriminarse de su vida: fue figura en clubes como Barcelona, Milan y Paris Saint-Germain, ganó la Champions League, la Copa Libertadores y un Mundial, y es uno de los jugadores más queridos, no solo por los hinchas sino también por sus colegas.
Sin embargo, también atravesó momentos difíciles que preferiría no recordar. Uno de ellos, quizá el peor, es cuando quedó detenido al ingresar en Paraguay con documentación falsificada y, a raíz de ello, estuvo 171 días privado de su libertad: el primer mes en una cárcel y el tiempo restante en un hotel cumpliendo prisión domiciliaria.
Aunque el brasileño ya pagó una multa económica y dejó atrás sus problemas con la Justicia, la causa aún continúa abierta. Es que los investigadores aún buscan a Dalia López, que está acusada de haberle brindado el pasaporte trucho a Ronalinho y su hermano.
Cómo avanza la causa por la documentación trucha de Ronaldinho en Paraguay
El Ministerio Público de Paraguay informó el jueves 2 de febrero que se inició una nueva investigación en torno a la causa por los pasaportes falsos con los que Ronaldinho y su hermano, Roberto de Assis, ingresaron el 3 de marzo de 2020 en el país guaraní.
En específico, las autoridades intentan determinar si existen más personas que hayan colaborado con Dalia López, que se encuentra prófuga desde marzo de 2020 y que es apuntada por haber sido quien encargó la documentación trucha para el futbolista brasileño.
Según precisó el fiscal Federico Delfino, López “es una de las personas más buscadas del país”. Sobre ella hay una orden de captura nacional e internacional por presuntamente pertenecer a una “organización criminal estructurada de modo tal a facilitar la elaboración y utilización de documentos de identidad y pasaportes de contenido falso”.
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La nueva causa se abrió por pedido de la fiscal Alicia Sapriza tras el hallazgo de un vehículo que estaba abandonado en el estacionamiento de un centro comercial de Asunción y que está registrado a nombre de Dalia López.
Tras 171 días privado de su libertad, solo un mes en una cárcel y los cinco restantes en un hotel de lujo tras pagar un millón y medio de dólares, Ronaldinho y su hermano solo tuvieron que afrontar una multa de 200.000 dólares “en concepto de reparación por daños sociales”.
En tanto, el procedimiento judicial sobre el brasileño quedó suspendido, dado que la única imputación que se le podía hacer es haber proporcionado la fotografía para hacer los pasaportes falsos.
La detención de Ronaldinho en Paraguay
Los hermanos llegaron al aeropuerto de Asunción el 4 de marzo de 2020 tras salir de San Pablo con documentación brasileña, aunque en la dependencia paraguaya de Migraciones exhibieron pasaportes y cédulas paraguayas con sus nombres y fotos, que, luego se descubrió, estaban manipuladas.
El exfutbolista había viajado a Asunción para inaugurar un casino, presentar un libro autobiográfico y prestar su imagen a un proyecto de asistencia médica gratuita a niños paraguayos organizado por una fundación presidida por la empresaria Dalia López, que se encuentra prófuga y bajo orden de captura internacional.
Las imputaciones a Ronaldinho y su hermano derivaron en procesamientos a una veintena de personas, entre ellas gestores y funcionarios de Migraciones y de la Dirección de Identificaciones de la Policía Nacional de Paraguay supuestamente vinculados a un negocio ilícito de manipulación de documentos.
Ambos estuvieron 171 días presos en la capital paraguaya: en primera instancia estuvieron en una cárcel y luego, tras pagar 1,6 millones de dólares, fueron trasladados a un hotel, donde cumplieron prisión domiciliaria.
Ronaldinho en la cárcel: “Futvóley”, torneo de fútbol y un lechón de premio
Durante el mes que estuvo preso en una cárcel de Paraguay, Ronaldinho lejos estuvo de quedar deprimido por la situación y aislado en su celda. Sin ir más lejos, se puso los botines y no solo jugó al “futvóley” (vóley con los pies), sino que también participó de un torneo de fútbol con otros reclusos.
En una cancha pequeña de baldosas, el brasileño dio muestras de que su magia estaba intacta como en los viejos tiempos en Paris Saint-Germain, Barcelona y Milan, entre otros clubes en los que jugó durante su carrera.
Como no podía ser de otra manera, el equipo de Ronaldinho se proclamó campeón del torneo y se llevó el premio: un lechón de 16 kilos para hacer a la parrilla.