Boca se convirtió este martes en el primer equipo argentino clasificado para los octavos de final de la Copa Libertadores. El Xeneize, en La Bombonera, empató 0 a 0 con Libertad de Paraguay por la quinta y penúltima fecha del Grupo H y se aseguró un boleto a la próxima instancia.
// Dani Alves rompió la burbuja sanitaria para sacarse una foto con la camiseta de Boca
El encuentro fue arbitrado por el chileno Roberto Tobar. Boca es líder invicto de su zona con 11 puntos y necesitaba apenas uno más para asegurar su presencia en los octavos de final, algo que consiguió este martes. Al Xeneize todavía le queda una fecha por jugar (ante Caracas, en La Bombonera, el 22 de octubre), un partido que será clave para definir las posiciones del grupo.
El equipo Xeneize regresó a la mítica Bombonera luego de seis meses y 19 días y tuvo en el banco a su DT Miguel Ángel Russo, quien por recomendación médica no había viajado a los partidos en Paraguay y Colombia, debido a que integra el grupo de riesgo del coronavirus.
En Libertad hubo cambio de DT la semana pasada, en este caso porque el riojano Ramón Díaz se alejó a raíz de los malos resultados y dejó su lugar a Gustavo Morínigo, quien debutó el sábado pasado en el torneo paraguayo con triunfo sobre San Lorenzo (3-0).
Boca empezó bien el partido. Con Carlos Tevez en un alto nivel, el Xeneize dejó en claro desde el arranque que quería asegurar su clasificación este mismo martes. Tuvo una oportunidad clara que Franco Soldano (tras un pase fantástico del Apache) no pudo aprovechar. El Xeneize jugaba mejor. Iba por un gol que le permitiera afrontar el duelo con más calma.
El equipo de Miguel Ángel Russo iba pero no acertaba en los últimos metros. Le faltaba claridad frente al arquero rival. Pero del otro lado se encontró con un equipo como Libertad que, a pesar de no tener la categoría del Xeneize, jugaba con intensidad. Se fueron al entretiempo empatados 0 a 0.
En el segundo tiempo Boca robusteció aún más su dominio. Ya no había espacios para la contra de Libertad. Pero el Xeneize fallaba en lo mismo: le faltaba precisión en el último tramo de la cancha para romper el marcador. Los minutos pasaban y, aunque el empate le alcanzaba al conjunto de Russo para avanzar, quería el triunfo. Sobre todo, por la importancia de terminar primero en el grupo.
A los 16 minutos de la segunda parte Russo comenzó a hacer cambios. Walter Bou y Edwin Cardona ingresaron por Agustín Obando y Franco Solado. Quería más frescura en el ataque. A los 29, y viendo que el gol no llegaba, mandó a la cancha a Mauro Zárate en lugar de Carlos Tevez. Pero nada cambió: Boca empató y se metió en octavos. Nada más. Y nada menos.
