La última práctica del Gran Premio de Gran Bretaña terminó de la peor manera para el piloto local Oliver Bearman, quien no solo provocó una bandera roja al perder una pieza de su coche en la pista, sino que también sufrió un accidente que le valió una dura sanción.
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El caos se desató cuando, en los últimos minutos de la sesión, Gabriel Bortoleto (Kick Sauber) giró y quedó atrapado en la grava, lo que obligó a mostrar una segunda bandera roja de la tanda. En ese contexto, Bearman perdió el control de su VF-25 al dirigirse a boxes, hizo un trompo y se estrelló contra una de las barreras de la entrada, lo que le hizo perder el alerón delantero.
La sanción y sus consecuencias
El incidente, ocurrido bajo bandera roja, llevó a los comisarios a investigar el caso. La decisión fue contundente: una penalización de 10 posiciones en la parrilla para la carrera del domingo. Además, Bearman recibió cuatro puntos de penalización, elevando su total a ocho puntos en su licencia.
Un documento de los comisarios detalló que el coche 87, conducido por Bearman, aceleró considerablemente al acercarse a la curva 15, alcanzando los 260 km/h al entrar en boxes. Esta acción violó el reglamento que exige reducir la velocidad y proceder lentamente bajo bandera roja.
Bearman, de 20 años, explicó que calculó mal la temperatura de sus frenos, lo que pudo haber contribuido al accidente, aunque los comisarios no lo consideraron un factor atenuante.