Franco Colapinto protagonizó un duro accidente sobre el final de la primera tanda de clasificación en Imola: tras sufrir un despiste, rompió su monoplaza A525 de Alpine contra uno de los muros de contención. “Estoy ok”, tranquilizó a su equipo mediante el intercomunicador.
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El argentino fue atendido por protocolo en el centro médico del autódromo italiano y luego dio sus primeras declaraciones: “Un poco triste, es una pena terminar así”.
El siniestro ocurrió cuando cronometraba el 15° tiempo que le daba el pase a la Q2 que, sin embargo, no pudo correr. “Creo que teníamos potencial para pelear quizás por la Q3. Me estaba acercando a Pierre (Gasly) cada vez más. Teníamos mucho para mejorar”, dijo a ESPN.
“Fue un error muy costoso, el equipo tendrá mucho trabajo, pero estoy seguro que vamos a remontar mañana”, agregó.
A modo de balance del fin de semana, Colapinto resumió: “Me tengo que acostumbrar al auto, lleva tiempo llegar al límite. Paso a paso, hay que trabajar con el equipo para mañana”.
