Franco Colapinto tiene una personalidad magnética y eso queda a la vista no solo por el furor que generó entre los fanáticos desde su llegada a la Fórmula 1, sino también en el grato recuerdo que dejó entre quienes lo conocieron en sus primeros años. Yésica García, su maestra de sala de tres en el jardín de infantes “Nubecitas” de Pilar, le contó a TN anécdotas de aquellos años junto al actual piloto de Williams, que ya mostraba un comportamiento único y diferente al del resto de los chicos.
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“Era supercariñoso, muy dulce y tranquilo. Me decía ‘Yiyi’. Dibujaba muy poco, pero tenía una sensibilidad especial”, recordó Yésica.
Por aquellos años, la docente accedió a coordinar una colonia de verano en el barrio donde vivía Franco por el cariño que tenía con su familia: “Nunca lo había hecho, pero la mamá era tan dulce y Fran estaba tan apegado a mí que acepté. Pasaba tres veces a la semana con él y otros nenes. Como él era el más chiquito, estaba todo el tiempo conmigo. Lo cuidaba en la pileta y le daba de comer”.
El gesto de Franco Colapinto que su maestra no olvida y el regalo que aún conserva
Colapinto dejó una huella especial en su maestra de jardín. Hubo un gesto que la mujer que nunca olvidó: “De un viaje, me trajo una esponja de mar como recuerdo, algo que aún conservo”.
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“Se habían ido de vacaciones y le pedí que me trajera un caracol de la playa, pero me sorprendió con una estrella de mar y una esponja”, explicó. Para ella, ese gesto ya reflejaba la personalidad de Franco: “Atento y especial”.
El origen del carácter de Franco Colapinto: “Podía pasar un huracán y él no se inmutaba”
El origen del temperamento de Franco Colapinto tiene un origen muy claro. Así lo explicó su maestra de jardín de infantes: “No era como los demás nenes, era demasiado tranquilo. Como que podía pasar un huracán y él no se inmutaba”, recordó.
Para ella, esa calma fue una de las características que definieron al piloto durante su infancia y que lo ayudaron a llegar tan lejos en su carrera deportiva.
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“Como docente, saber que un alumno pudo llegar a tanto es algo hermoso”, destacó Yésica, emocionada por el éxito de Colapinto en la Fórmula 1.
El triciclo de Franco Colapinto: los primeros pasos hacia su pasión por el automovilismo
Antes de subirse en un auto de karting, Colapinto ya mostraba su pasión por la velocidad, aunque de una manera mucho más tranquila y acorde a su edad.
La maestra contó cómo solía recorrer Franco el camino hacia su casa al salir del jardín de infantes. “Andaba siempre entre los árboles en un triciclo”, explicó.
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Ese triciclo, que para muchos podría parecer solo un juguete, para Franco fue el primer paso hacia su futuro en la Fórmula 1. En esos caminos, bajo la sombra de los árboles, ya se podía ver una conexión con la velocidad, aunque de manera inocente.
Esa misma calma con la que manejaba su triciclo lo acompañaría más tarde en su carrera como piloto, donde, al igual que en su infancia, su temperamento le permite destacarse.