La atleta neerlandesa Sifan Hassan empezó a hacer historia grande en los Juegos Olímpicos de Tokio al ganar hoy su primer oro olímpico en la prueba de 5000 metros, luego de su increíble remontada del domingo en los 1500 metros, cuando se cayó apenas iniciada la carrera y terminó ganando.
Hassan, de 28 años, y nacida en Etiopía, era una de las grandes favoritas para quedarse con la final de los 5000 metros y cumplió con el pronóstico. También irá por el oro en los 1500 metros y buscará la gloria completa en los 10.000 metros.
La remontada de Hassan en la clasificación de los 1500 metros
La atleta comenzó penúltima y reguló toda la carrera en medio del pelotón de participantes, hasta que en la última vuelta desplegó todo su potencial para ganar con absoluta comodidad con un tiempo de 14:36. La estrategia de Hassan fue efectiva y le permitió coronarse por primera vez en los Juegos Olímpicos en una prueba donde había sido campeona de Europa en 2018 y tercera en el Mundial de Londres de 2017.
Actualmente, Hassan cuenta con los títulos mundiales de 1500 y 10000 metros logrados en 2019 en el Campeonato del Mundo de Doha.
Su gran objetivo es lograr la triple medalla de oro y empezó ganando la prueba en la que no es campeona actualmente. En semifinal (miércoles) y final de 1500 metros (viernes) no debería tener problemas para consagrarse. Habrá que ver cómo responde su físico para competir el sábado en los 10000 metros, que será la más exigente de todas.
La fondista llegó a los 15 años a Países Bajos como refugiada desde su Etiopía natal, y si bien en un principio estudiaba enfermería, finalmente se inclinó por dedicarse de lleno al atletismo dado que en la ciudad de Eindhoven le vieron grandes condiciones y ganaba con facilidad las pruebas locales y regionales.
Fue en el 2013 cuando comenzó a destacarse. Por aquel entonces corría representando a su país de origen, hasta que en noviembre de ese año consiguió la ciudadanía neerlandesa y empezó a representar al país que le permitió desarrollarse como una deportista de elite.
Hoy, ocho años después, le llegó la hora de dar el gran salto y convertirse en una gran estrella olímpica, a la altura de los más grandes como Usain Bolt o Michael Phelps. Si logra la triple corona, algo que nunca antes nadie pudo hacerlo, seguramente entrará en esa galería reservada solo para unos pocos.
