El argentino Jorge Sampaoli fue presentado este martes como nuevo entrenador del Olympique de Marsella, un club en plena ebullición y en una crisis de resultados que el técnico tratará de afrontar “con unidad” pero sin cambiar su identidad de juego, que consideró “no es negociable”.
“Buscaremos poner los jugadores en donde estén más cómodos en función de sus características. Pero no cambiaré el estilo, eso no es negociable, voy a hacer un equipo que, desde el juego, trate de ser superior”, afirmó el exseleccionador de Argentina y Chile.
Sampaoli, de 60 años, llega al Marsella procedente del Atlético Mineiro, con quien terminó tercero del campeonato brasileño y aterriza en un club que encadena cuatro partidos consecutivos sin victoria, que el pasado domingo fue eliminado de la Copa de Francia por un equipo de tercera división y que en la liga es octavo a 16 puntos de Europa.
Pese a todo ello, el argentino aseguró haber aceptado la oferta “sin analizar nada”, solo por sus ganas de llegar a una ciudad “que tiene cultura de fútbol, que lo vive con pasión” y donde encontrará la estela de su admirado Marcelo Bielsa, que lo entrenó en la temporada 2014-2015.
Sin querer compararse al Loco, Sampaoli reconoció que aplicará una recta similar, la de “recuperar el equipo a través de la unión y la motivación”, hacer que todos los jugadores “sientan el orgullo de vestir la camiseta”.
“Bielsa es una referencia para mí pero no voy a intentar parecerme a él. Vengo a hacer un proyecto para el presente, no tengo interés en que se me recuerde, lo importante es que el club abandone esta situación incómoda y que recupere la alegría”, dijo.
Algo que deberá empezar a verse a partir del miércoles, cuando se disputará un duelo contra el Rennes que fue aplazado en enero pasado después de que un grupo de aficionados invadiera la ciudad deportiva del Marsella y agrediera a algunos jugadores.
A partir de ese duelo, el técnico argentino, que firmó hasta 2023, buscará “instalar una identidad futbolística” que espera ir afianzando en el club y apuntalar en las próximas temporadas con la llegada de jugadores adecuados a la misma.
“En el corto plazo tenemos que recuperar las raíces, comprobar si las ganas de jugar de los futbolistas están a la altura de la ambición del club”, indicó el técnico, ante la mirada del presidente, el español Pablo Longoria, que consideró “inadmisible” el partido del pasado domingo ante el modesto Canet-en-Rousillon, donde quedaron apeados de la Copa de Francia.
Pese a ello, Sampaoli pidió “paciencia” y el presidente aseguró que “el auténtico Marsella de Sampaoli se verá a partir de la próxima temporada”.
Pero de forma inmediata, el argentino espera ir cambiado cosas sin renunciar a la ambición de llegar a posiciones europeas “mientras haya opciones matemáticas” de conseguirlo.
Sampaoli recordó que en el pasado ya afrontó situaciones críticas como la que atraviesa el Marsella y señaló que su personalidad es la de buscar en ellas “salidas” que permitan al club avanzar.
“Venir al Marsella ha sido un desafío, no un riesgo”, consideró el entrenador, que espera que pronto se note su trabajo en el equipo devolviendo a los jugadores “la alegría y la esperanza de vestir esta camiseta”.
“Tengo mucha ilusión, sin desconocer la realidad y las diferencias con los equipos que están peleando el torneo (...) Junto al presidente y a (Frank) McCour (propietario del club) vamos a intentar que se respete la historia de este club, que se busquen cosas importantes”, señaló.
Sampaoli envió también un mensaje a los hinchas, muy críticos con los jugadores, a quienes dijo que “es momento de unir, porque si no se hace, quienes estarán contentos serán los rivales”.
Longoria, que dio el salto desde la dirección deportiva del club a la presidencia, aseguró que Sampaoli fue su primera opción para el banco porque “responde a la identidad del club”.
El presidente consideró “irresponsable” exigirle buenos resultados de forma inmediata y aseguró que juntos trabajarán para dotar al Olympique de una filosofía que les permita “llegar lo más alto posible”, con la intención de instalarse de forma duradera en Liga de Campeones para incrementar sus beneficios y poder fortalecer el equipo.