Jugó mal y sufrió mucho más de lo esperado, pero al menos cumplió con el objetivo. Un Boca deslucido logró dar vuelta el partido ante Claypole, se impuso por 2 a 1 en el estadio de Lanús y avanzó a los 16avos. de final de la Copa Argentina.
El equipo que milita en la Primera C sorprendió y salió a jugarle de igual a igual al Xeneize, que contó en su once inicial con varios juveniles que están dando sus primeros pasos en el primer equipo. Luego de haber advertido en dos ocasiones, Claypole logró ponerse en ventaja: a los 28 minutos del primer tiempo, Leonel Landaburu aprovechó una serie de rebotes y abrió el marcador para el equipo dirigido por Roque Drago.
Fue recién después de este baldazo de agua fría que el conjunto de la Ribera reaccionó. Lentamente empezaron a entrar en escena los jugadores más determinantes y Boca empezó a generar algo de riesgo en el arco rival. Así, ocho minutos más tarde, llegó el gol del empate gracias a una buena habilitación de Edwin Cardona y una mejor definición de Sebastián Villa, que fusiló al arquero.
El nivel de los dirigidos por Miguel Russo no fue mucho mejor en el complemento. Si bien se adueñó de la pelota, le costó mucho generar situaciones de gol. De hecho, el segundo tanto se hizo rogar. Gonzalo Maroni, que acababa de ingresar, tuvo una buena jugada individual y, tras una buena conexión con Cardona, se encargó de marcar el 2 a 1 decisivo.
Después de eso, Boca prácticamente no tuvo más aproximaciones al área rival. Claypole, en cambio, sacó a relucir el orgullo propio y fue con todo por el 2 a 2 que forzara los penales. Las chances las generó, pero estuvo poco fino en los metros finales y no consiguió la hazaña.
Fue triunfo para el Xeneize, aunque Russo y sus colaboradores tienen varias razones para estar preocupados: su equipo sigue sin encontrar una idea de juego y no logra ser protagonista ni siquiera cuando se enfrenta a planteles de mucha menor jerarquía. Así, le será muy difícil dar pelea en las distintas competencias que debe afrontar: Copa Argentina, Copa Libertadores y Copa de la Liga Profesional.
Al rival, en cambio, le quedará un sabor agridulce. No logró dar el batacazo y avanzar en la competencia, pero su papel fue realmente digno y le sobraron motivos para retirarse del campo de juego con la frente en alto.