Una caravana de autos, motos y miles de personas acompañaron este jueves al cortejo fúnebre que trasladó los restos de Diego Armando Maradona desde la Casa Rosada hasta Bella Vista. Un gran operativo de seguridad liderado por la Policía Federal y la Gendarmería Nacional custodió la trayectoria del coche, que llegó al cementerio pasadas las 19. Allí, la familia y los amigos íntimos del Diez participaron de una breve ceremonia íntima. El astro de fútbol fue sepultado junto a sus padres.
Ante una multitud de fanáticos colgados en las rejas linderas a la Casa Rosada, el féretro con el cuerpo del astro futbolístico abandonó poco antes de las 18 su lugar de velatorio para iniciar el cortejo fúnebre que desembocó en el cementerio de Bella Vista. Unos 200 oficiales custodiaron desde temprano la zona.
Cientos de autos y motos siguieron al coche fúnebre, mientras un cordón de personas con banderas, camisetas de distintos equipos de fútbol, flores y carteles le dio el último adiós a Maradona. Hubo gritos, aplausos, bocinazos y cánticos.
Al costado del camino había familias enteras, adultos y grupos de jóvenes. Algunos lloraron al ver pasar el coche fúnebre. Otros, le agradecieron al Diez a los gritos y agitaron banderas argentinas o camisetas.
Esa escena se repitió por cada tramo que recorrió: gente sobre el asfalto de la autopista, en los barrancos del Acceso Oeste y en las calles de San Miguel no quisieron quedarse con el grito de despedida atragantado.
El cortejo salió por la avenida 9 de Julio hasta la subida de la autopista 25 de mayo y luego tomó el Acceso Oeste hasta el cementerio. El recorrido se decidió pasadas las 14.30, después de que se desataran graves incidentes entre la Policía de la Ciudad y las personas que se acercaron a la casa de Gobierno para despedirse del ídolo argentino y que finalmente no pudieron ingresar.
Los hinchas voltearon las vallas y desbordaron los alrededores de Balcarce 50. Como respuesta, las fuerzas de Seguridad tiraron gases lacrimógenos. Hubo heridos y detenidos. En medio del desorden, el Gobierno nacional le pidió a la Ciudad de Buenos Aires que frenara el operativo policial desplegado por la Ciudad de Buenos Aires. “Este homenaje popular no puede terminar en represión y corridas a quienes vienen a despedir a Maradona”, escribió en Twitter el ministro del Interior Eduardo “Wado” De Pedro.
Inicialmente, estaba previsto que la ceremonia masiva fuera hasta las 16, aunque más tarde comunicaron oficialmente la extensión del horario hasta las 19, debido a la gran cantidad de fanáticos que se movilizaron hacia el lugar. Sin embargo, minutos más tarde las autoridades suspendieron el ingreso de personas a la Casa Rosada y movieron de lugar el féretro al Salón Pueblos Originarios.
Los restos del ídolo máximo de la Selección argentina y campeón del mundo 1986 serán enterrados en el cementerio privado ubicado en la localidad de Bella Vista, partido de San Miguel, donde también se encuentran los de Doña Tata y Don Diego, sus papás. Se trata de un lugar de 13 hectáreas de terreno parquizado que cuenta con un amplio espacio verde, dos lagos artificiales y una capilla.
Miles de personas pasaron este jueves por la casa de Gobierno para dejarle al Diez una flor, una foto, un rosario, una pelota o una camiseta. Muchas de ellas, incluso, hicieron cola durante toda la noche en la Plaza de Mayo para tener la oportunidad de entrar a despedir al mejor jugador de fútbol de todos los tiempos.
La noticia de la muerte de Maradona se conoció el miércoles al mediodía. Según explicó el informe médico más tarde, el exfutbolista sufrió una insuficiencia cardíaca que le provocó un “edema agudo de pulmón”. Asimismo, se comunicó que padecía una “miocardiopatía dilatada”. Pasó sus últimas horas con vida en su hogar, en el barrio privado San Andrés de Tigre.
Tras realizarle una autopsia, lo trasladaron a la casa velatoria Tres Arroyos, en el barrio porteño de La Paternal y, en la madrugada de este jueves, llegó a la Casa Rosada. Lo recibieron su exesposa Claudia Villafañe y sus hijas Dalma, Gianinna y Jana -a quien reconoció en 2014, cuando ella tenía 18 años-. El cajón fue colocado en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos, el mismo lugar donde velaron al expresidente de la Nación Néstor Kirchner hace una década.
El velatorio se llevó a cabo a cajón cerrado y, pasadas las 13, se cerró la fila de personas que esperaban para ingresar a la casa de Gobierno, que llegó a superar las 20 cuadras. Esa decisión desató incidentes en plena Avenida 9 de Julio entre los fanáticos del Diez y la Policía de la Ciudad.
Como consecuencia, once personas fueron detenidas por la Policía de la Ciudad en las inmediaciones a la avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo, por resistencia y atentado a la autoridad. La jornada concluyó con episodios de extrema tensión y la situación se calmó con la partida del coche fúnebre del Diez. Luego de más de tres horas de corridas e incidentes afuera y dentro de la Casa Rosada, todos volvieron a unirse en el eterno grito “Olé, olé, olé, Diego, Diego”.
Familia, deportistas, artistas y líderes políticos se despidieron del Diez
Las “nenas”, como les decía Maradona a sus hijas Dalma y Giannina y su exesposa Claudia Villafañe se pusieron al hombro todos los preparativos para despedirlo. Llegaron a la Casa Rosada a la medianoche para ultimar los detalles del adiós al ídolo máximo del fútbol argentino.
A Dalma se la pudo ver con una camiseta de Boca en la mano, a modo de homenaje hacia su padre. La colocó encima del féretro. Es la que utilizó el Diez el día de su despedida en La Bombonera, en 2001, el famoso día que juntó a grandes amigos y estrellas del fútbol y soltó una de las frases más contundentes de la historia: “Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”. Además, la familia puso una bandera argentina y una camiseta de la Selección.
Sus compañeros del mundial de México ’86 fueron de los primeros en llegar. Entre los jugadores de aquella histórica Selección estuvieron Oscar Ruggeri, Sergio Batista, Jorge Burruchaga, Ricardo Giusti, Oscar Garré y Carlos “Chino” Tapia. También participó de la despedida el mítico masajista del conjunto nacional, Víctor Galíndez.
Los familiares e invitados de la familia Maradona ingresaron por la entrada de explanada de avenida Alem, esquina Rivadavia. Por allí también pasó muy temprano el exrepresentante del Diez Guillermo Coppola.
Otra de las exparejas de Maradona, Verónica Ojeda, se hizo presente en Casa Rosada a la medianoche junto Dieguito Fernando, el hijo menor del Diez. Se retiró cerca de las cuatro de la mañana en medio de un llanto desconsolado. La mediática se había enterado de la muerte de su gran amor en diálogo con el periodista Jorge Rial, quien la alertó pidiéndole que llamara al exfutbolista porque algo raro estaba ocurriendo.
// El velatorio de Diego Maradona: intimidades de una ceremonia en la Rosada
A las 6.17, se abrieron las puertas de la capilla ardiente montada en el interior de la casa de Gobierno, en Balcarce 50, para que los hinchas pudieran ingresar. Minutos antes, se vivieron momentos de tensión: hubo corridas, empujones y forcejeos de fanáticos con la Policía. Los fanáticos corrieron los vallados en Plaza de Mayo, empujaron para entrar y se enfrentaron con las fuerzas de seguridad, que montaron un enorme operativo. Una persona resultó herida.
A las 10.52 aterrizó el helicóptero presidencial. Alberto Fernández llegó junto a su pareja Fabiola Yañez, el vocero presidencial Juan Pablo Biondi y el secretario general de la presidencia Julio Vitobello. Al ingresar, fue recibido por su Jefe de Gabinete Santiago Cafiero y se fundió en un abrazo con el periodista “Tití” Fernández.
Más tarde, la vicepresidenta Cristina Kirchner llegó al lugar para despedirse del Diez. Entre los ministros que asistieron al velatorio estuvieron Matías Lammens (Turismo y Deportes), Felipe Solá (Relaciones Exteriores), Daniel Arroyo (Desarrollo Social), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), Mario Meoni (Transporte) y Ginés González García (Salud), como también el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
Además, se encontraba un grupo de diputados del oficialismo; el ministro de Desarrollo bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque; el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, y excompañeros de Maradona en el mítico equipo juvenil de los “Cebollitas”.