La Selección de España dio este martes una exhibición de fútbol al vencer por 6 a 0 nada menos que a su par de Alemania en el Estadio de La Cartuja, Sevilla, en un partido correspondiente a la sexta y última fecha de la fase de grupos de la UEFA Nations League. Se trata de la peor derrota oficial en toda la historia del seleccionado germano.
De esta manera los dirigidos por Luis Enrique se clasificaron para su primera final a cuatro de la Liga de Naciones, tras un partido brillante y pleno de efectividad, en el que los jugadores se reencontraron a lo grande con el gol y fueron muy superiores a un rival sobrepasado por todos lados.
España ya era un festival en un primer tiempo destacado por su buen juego y en el que marcó tres goles vía Álvaro Morata, Ferrán Torres y Rodri Hernández frente una Alemania débil en defensa, impotente y que solo tuvo una ocasión, con un tiro al travesaño de Gnabry en el minuto 77 de un partido dominado de principio a fin por los españoles, que redondearon su gran encuentro en la segunda parte con dos goles más de Ferrán y otro de Oyarzabal.
La derrota por 6-0 es la peor humillación que sufre Alemania desde la fase previa del Mundial de 1954, cuando cayó por 8-3 ante Hungría, a la que luego venció en la final de esa Copa del Mundo.
Por primera vez desde marzo de 2006 -en un amistoso ante Italia-, Alemania estuvo tres goles por debajo en el marcador al término del primer tiempo. Pudieron ser más, porque Manuel Neuer evitó un gol cantado y luego fue anulado un tanto de Álvaro Morata por fuera de juego.
Los problemas defensivos alemanes se habían visto ya en partidos anteriores, pero el equipo germano lo había compensado con efectividad en ataque.
Las críticas que acompañan a la selección alemana desde el Mundial 2018 se agudizarán ahora y volverán las discusiones sobre algunas decisiones tomadas por el entrenador, Joachim Löw, en lo que él calificó como “un proceso de renovación”.
Löw sacó de la selección a Jerome Boateng y a Mats Hummels, y, con la excepción de Niklas Süle, se quedó con centrales que no juegan en clubes de elite en Europa.
No cuenta con Thomas Müller, que ahora está en uno de los mejores momentos de su carrera, y en cada partido se nota la ausencia de un jugador que ejerza el liderazgo en el campo, que grite y ordene en los momentos necesarios.
