El argentino Diego Schwartzman confía en salir de París con el billete para las Finales ATP de Londres, que reúnen a los 8 mejores de la temporada y que se han convertido en el principal objetivo del bonaerense para este final de curso.
“Londres es mi nuevo objetivo de fin de año y sería espectacular. Era algo que no pensaba hace unos meses y ahora es lo único que tengo en la cabeza. Ojalá que pueda conseguirlo”, dijo el tenista en declaraciones distribuidas a la ATP.
Schwartzman parte en la mejor posición posible para lograr el último lugar que queda para Londres. El argentino tiene ahora 3285 puntos y, como el año pasado en París cayó en segunda ronda, muchas opciones de sumar. Su principal rival es el italiano Matteo Berrettini, que tiene 410 puntos menos.
El italiano también cayó en segunda ronda el año pasado, por lo que a Schwartzman le bastará con hacer lo mismo que el italiano en París para salir ser uno de los clasificados al gran torneo de Londres. El certamen parisino finaliza el próximo domingo 8 de noviembre.
Berrettini ya conoce su rival en segunda ronda, el estadounidense Marcos Giron, un tenista en buena forma que derrotó al español Albert Ramos por 6-3, 4-6 y 6-1, mientras que el argentino tendrá que esperar a este martes, cuando deben jugar el francés Richard Gasquet y el estadounidense Taylor Fritz.
Schwartzman afronta con mucha ilusión esta posibilidad ya que sería el primer argentino en regresar a este torneo después de la última participación de Juan Martín del Potro, en 2013.
“Creo que tengo menos presión que los que vienen atrás, porque tengo un diferencia de puntos. A ellos no solo les tiene que ir bien, tienen que esperar que yo no gane partidos y seguir ganando”, aseguró el ‘Peque’.
El argentino tenía como gran objetivo de la temporada terminar entre los mejores 10 y las verdad es que todo salió según lo planeado. Por primera vez derrotó a Rafa Nadal, en los cuartos de final de Roma, torneo en el que disputó su primera final de un Masters 1.000, que perdió contra Novak Djokovic; y unas semanas más tarde alcanzó en Roland Garros sus primeras semifinales de un Grand Slam, lo que se tradujo en su ingreso en el ‘top 10’.
Con el correr del tiempo, el Peque fue ganando solidez en su juego, acompañado a un gran trabajo físico y mental. Hoy, se siente capaz de derrotar a los mejores del circuito.
“Antes, cuando llegaba a cuartos de un Grand Slam tenía que ganarle a un ‘top 50’. Eso era lo que me faltaba. Partidos en esas instancias, en esos torneos contra los mejores del mundo, te dan muchos puntos y hacen la diferencia del ránking”, explicó.
“Lo pude lograr en Roma y en Roland Garros (donde derrotó en cuartos al austríaco Dominic Thiem, cuarto del mundo). Eso fue la diferencia. También da confianza en que uno puede ganar y se prepara de otra forma para esos momentos. Si no estás bien preparado es difícil aprovechar esos momentos”, finalizó.
