Con la llegada de Hernán Cortés y sus hombres a lo que hoy es territorio mexicano, la cultura gastronómica fue uno de los aspectos que se transformaron profundamente, al igual que las relaciones sociales, políticas y económicas.
Porque la Conquista introdujo a América frutas, animales, cereales e ingredientes que, hasta ese momento, eran desconocidos para los pueblos originarios.
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Antes de la llegada de los españoles, la alimentación de los mexicanos estaba compuesta de chiles, hongos, maíz, carne de pavo, pato y pescado, así como frutas de la zona, tales como ananá, mamey y guanábano. Los platos que se comían eran parecidos a los actuales tacos y quesadillas de la cocina mexicana.
Pero con los conquistadores aparecieron nuevos ingredientes que cambiaron tres platos autóctonos: la manteca, el trigo, las carnes de res, cabra, cerdo y oveja.
Los tres platos mexicanos que se transformaron
- Los tamales empezaron a rellenarse con carne, cuando antes se les ponía maíz y hierbas autóctonas.
- Las tortillas empezaron a cocinarse en aceite vegetal o grasa animal, algo que no existía antes de la Conquista.
- El pozole empezó a ser aderezado con manteca de cerdo, grasas y distintas carnes.